Daniel Giménez Cacho presentó el libro Les juro que yo no soy así en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, con el cual le rinden tributo por su trayectoria en cine. Durante la presentación, el actor compartió detalles de su paso por el set, incluida la reciente participación que tuvo en Bardo, la nueva película de Alejandro González Iñárritu.
Durante la ponencia, el actor confesó que cuando recibió la invitación para protagonizar esta historia hubo un momento de duda, debido a la “reputación” del cineasta, pero su decisión encontró fundamento en la “solidez del guion” y una consulta al I Ching, un libro oracular chino que le reveló cómo proceder con el nuevo proyecto de El Negro Iñárritu.
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“Me gusta mucho decir que al inicio de Bardo dije 'Híjole, Iñárritu', por la fama que tiene, conflictivo, difícil, se ha bronqueado con muchos actores, y dije ‘Ay nanita’; entonces consulté el I Ching, cosa que hago cuando tengo una pregunta importante y me salió algo bellísimo: ‘Arriba la montaña, el trueno, el genio creativo, abajo el lago y la serenidad’”, dijo.
Desde ese momento lo tuvo claro, pues “con el personaje que voy a interpretar, él se está reflejando, y para que esto suceda yo debo estar sereno, porque sin la serenidad, la laguna no puede reflejar la montaña y así trabajé y así funcionó muy bien”, recordó el actor sobre el momento en el que le dio el “sí” a González Iñárritu para protagonizar Bardo.
A partir de su decisión, el proceso de filmar Bardo se convirtió en “una fantasía, fue como un sueño, jamás había trabajado así, y no creo que vuelva a trabajar así en mi vida, con esa capacidad, con esos recursos, con un nivel técnico brutal, con una dedicación, 22 semanas de rodaje, eso quién lo hace, no existe”, explicó el actor sobre el rodaje tan minucioso.
Foto: FICG / Dafne Jassafeth
Daniel dijo que en este proceso entendió cómo Iñárritu se abrió en lo personal a través de su rol protagónico: “Él está experimentando hablar de cosas personales por primera vez, proyectadas en mi personaje que es un periodista que vuelve a su país de origen. A él le interesa mucho la actuación, ha estudiado actuación y dirección de actores, eso aporta”.
Bardo no solo tuvo un rodaje amplio de 22 semanas, previo a ello hubo ensayos durante un mes, en los que Cacho delineó cada capa del personaje. “Normalmente un personaje lo encuentro en el cuarto o quinto día, sobre la marcha lo vas armando, aquí tuvimos cuatro semanas para conocerlo, para ver la ropa, los espacios, todo estaba por algo”, explicó.
“Imagina que para construir un set ponían mamparas para darle volumen, llega a dimensiones que son en función del lente con el cual va a filmar, una vez que decide se procede a construir el departamento, que sueño trabajar así, imagínate si queda mal, con todo esto que tienen y les queda mal, no podría ser, el guion es muy sólido”, agregó.
Giménez Cacho es uno de los homenajeados del FICG y con motivo de honrar su carrera, el festival lanzó el libro Les juro que yo no soy así, escrito por el productor Roberto Fiesco, quien de hecho acompañó al actor como ponente de la charla en la que además de Bardo e Iñárritu, recordó detalles de su trabajo con Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.
Mayahuel de Plata en honor a su carrera fílmica
Daniel Giménez Cacho también recibió en Mayahuel de Plata como un homenaje a su trayectoria en cine; el actor aprovechó para enviar un mensaje sobre la importancia de la cultura en tiempos difíciles.
Justo después de recibir su reconocimiento, Daniel Giménez Cacho realizó una metáfora del tiempo para dejar claro que desea “aprovechar los tiros que aún me quedan, y concertarme mucho en el momento que está pasando el país, porque es muy difícil”.
“Asesinatos, desapariciones, violencia, impunidad, corrupción, destrucción del entorno, el poder de destrucción del narco. Desde mi privilegio no puedo evitar sentir rabia, pero lejos de dudar de mi trabajo creo que la creatividad y la cultura son el camino”, agregó.
Foto: FICG / Chalo García
Al interior de la sala que lleva el nombre de Guillermo del Toro, el actor añadió que “la cultura es el eje de transformación, muchas personas creen que la panza es primero, pero los traficantes de drogas están trabajando en eso y producen generaciones de jóvenes con la panza llena, el cerebro vacío y el corazón muerto”.
Finalmente, Cacho agradeció al FICG por el libro que publicó sobre su carrera en cine, Te juro que yo no soy así, el cual se distribuyó entre los asistentes de forma gratuita. El actor dedicó el Mayahuel a su familia, especialmente a su pareja de vida.
“Quiero agradecer a Maya Goded, mi compañera en este viaje y en otro momento les contaré cómo lo que ella me ha enseñado me llevó por el camino de ser quien soy, gracias maestra”, dijo Giménez Cacho, el homenajeado nacional del FICG en su edición 37.
hc