A poco más de cinco años de haberse sometido a un trasplante doble de pulmón, José Luis Rodríguez El Puma, tiene una larga lista de agradecimientos que Dios encabeza, el ánimo para empezar “todo de cero” y la intención de apoyar a las personas que están en una situación similar a la que vivió en diciembre de 2017.
A la distancia recuerda la compleja experiencia que lo llevó a “ser como un niño de tres años que no tiene la fuerza ni para bañarse, vestirse, ni calzarse”, en lo que, destaca, siempre contó con el apoyo de su esposa, y comprobó “que el amor sí existe en las buenas y en las malas”.
Ahora el venezolano aprovecha cada oportunidad que le da la vida; un ejemplo de ello es la interpretación del tema “Amores que engañan” de la serie de Lifetime.
En la charla con MILENIO, el cantante no pudo evitar la emoción que le daba tener contacto con un país que le ha dado tantas alegrías, y con el que, dijo, aún tiene una deuda que saldar en el terreno de la actuación.
“Hablar contigo es hablar con México, con quien tengo una relación de muchísimos años. Imagínate que el primer país que visité cuando empecé mi gira internacional fue México”.
¿Qué recuerdos te trae?
De todo, fui a Siempre en Domingo, no permití que me dieran la patadita porque nunca me gustaron las pataditas en el trasero; me pareció, no sé, desubicado. Tengo recuerdos de fabulosos programas. Y tengo una deuda con México, que se va a aclarar en mi docuserie (que está preparando): voy a decir toda la verdad de los dos intentos fallidos de telenovelas con Lucía Méndez y Verónica Castro. Fue un punto muy fuerte de una cerrada de puertas en mi cara con Televisa, y eso no se ha podido solucionar todavía.
México es un país que quiero, admiro su cultura, su música, su comida que es tan variada, tan espectacular; me gusta cómo es la gente, cómo te atienden. Hice una gira de palenques y me hicieron una charreada tan hermosa con mujeres a caballo; eso nunca se borró de mi mente.
¿Hay amor con México?
Sí, claro, pero no ‘Amores que engañan’, sino amores de verdad (risas).
¿Cómo fue interpretar este tema?
Cuando me dijeron de este proyecto y escuché la canción, de inmediato me gustó; y cuando me adentre en el proyecto, entendí que son casos de la vida real, que no son ficticios como una telenovela; no es una fantasía. Son casos en los que la mujer del planeta o de Hispanoamérica se siente identificada, porque muchas están sufriendo el dominio del hombre, maltrato psicológico, económico, verbal, físico.
¿Qué piensas de esa problemática?
Yo creo que el hombre y la mujer deben respetarse mutuamente, deben conversar, no agredir.
¿Cómo te sientes de formar parte de la producción?
Me sentí bien. No estoy planificando mi vida, hago las cosas que están en el universo y vienen en el camino; las tomo o las dejo. Éste en especial, esta canción, me gustó; no tuve dudas, es una balada romántica, que es lo que yo hago. Es mi estilo, no ha variado. Y el arreglo fue diseñado de otra forma para mi voz.
¿Cuándo vienes a México?
Estaré en CdMx en el Pepsi Center, hay dos presentaciones y después estaremos en Monterrey; irán saliendo cosas, porque así es México, es tan grande. Para nosotros los latinos, México es el Hollywood, es la meta, porque es el país más importante, más que España. Sin lugar a dudas, es el país mejor preparado para recibir al visitante.
¿Qué te falta, qué te gustaría hacer?
Hacer todo de cero, empezar de nuevo; en eso estoy. Todo referente al espectáculo, a la actuación, locución, animación, canto. En esta etapa de mi vida, con esta nueva oportunidad, empiezo todo de cero.
¿Cómo ayudas a gente que vive circunstancias similares?
He sido puente para ayudar a quienes tienen falta de información, sobre todo de Centro o Sudamérica, que me piden consejos, los canalizó con una persona en Miami para les informe. Ellos ven mi caso, se entusiasman, y les da valor para hacerlo. Por mi edad, (74 años entonces, ahora 80) era muy difícil que yo sobreviviera, pero la mano de Dios estuvo presente siempre y las oraciones de tantas personas, y el donante y su familia, los médicos y las enfermeras, todos están en la lista de mi agradecimiento, porque no sabía si saldría vivo de ahí.
¿Fue muy difícil?
Sí, me convertí en un niño de tres años, sin fuerza para bañarme, calzarme o vestirme; gracias a mi esposa que estuvo ahí comprobé que sí existe el amor en las malas y en las buenas. Mi vida ha entusiasmado a otros, hay 8 o 10 que han salido de esto.
jk