Emilia Clarke reveló que durante el rodaje de la serie de HBO Juego de Tronos, los jefes de la producción la presionaron en diversas ocasiones para que grabara escenas de desnudos y aseguró que cuando ella se negaba o ponía algún impedimento le decían que “no querría decepcionar a los seguidores del programa”.
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“Tuve varias discusiones. Por ejemplo, les decía que la sábana no me cubría todo el cuerpo y ellos contestaban: ‘No querrás decepcionar a tus seguidores de Juego de Tronos”, narró la actriz en entrevista en el podcast Armchair Expert, presentado por Dax Shepard.
Emilia Clarke grabó Juego de Tronos (en la que realizó el papel de Daenerys Targaryen) en julio de 2010, cuando tenía 22 años, sobre lo que la actriz aseguró que su carrera estaba comenzando, por lo que considera que era más "ingenua" ; sin embargo comenta que ahora es más sabia y conoce con qué cosas se siente cómoda.
En 2016 el estrés por el que pasaba Emilia Clarke al realizar desnudos en la serie la llevaron a necesitar el alcohol. En entrevista para el medio estadunidense The Sun la actriz dijo que para para estas escenas “todo lo que necesitaba era vodka, una iluminación favorecedora y estaba lista”.
La actriz comentó que estar completamente desnuda en el set de grabación no la hacia sentirse cómoda y, para calmarse, realizaba una especie de rutina que repetía cada que algo la hacia sentirse mal.
“Si algo me hacia sentir mal, me iba al baño a llorar y después volvía para hacer la escena”, comentó Emilia Clarke.
Finalmente, Emilia Clarke reveló que las escenas que realizó junto a Jason Momoa, quien interpretó a Khal Drogo, fueron “maravillosas”, pues el actor siempre la animaba a hacer sólo aquello con lo que se sintiera cómoda.
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