Erasmo Catarino: “La discriminación siempre va a existir, pero aquí seguimos soñando”

En entrevista con MILENIO, el cantante originario de Xalpatláhuac, Guerrero, recuerda el día que acudió al casting del reality show y comparte el estreno de un nuevo sencillo.

El ganador de la Cuarta generación del reality. (Instagram)
Ciudad de México /

Erasmo Catarino no olvida la noche que se consagró como el ganador de la Cuarta generación de La Academia; ese 3 de julio de 2005 que con La Manzanita y Déjenme si estoy llorando superó a Yuridia, Adrián y Cynthia Rodríguez. Tampoco saca de su memoria la tarde que acudió al casting para ser parte del reality show de TV Azteca; un recuerdo aún más importante porque ahí su sueño artístico comenzó a volverse realidad.

“Me tocó ir a hacer el casting en la Unidad Independencia, aquí en la Ciudad de México, en un teatro que está por San Jerónimo. Fueron más de 25 mil personas”, cuenta el cantante en entrevista con MILENIO.

Para este primer filtro, el originario de Xalpatláhuac, Guerrero, decidió no sólo preparar una de sus canciones favoritas, Soy yo, de Los Yonic’s, sino que se previno en caso de que los jueces le pidieran más temas: ensayó Cruz de olvido, La copa rota y una canción de El Tri.

“Me preparé para cantar todo tipo de canciones: desde un tango a un rock, pasando por música de trio y norteña. Yo así veía a La Academia: era ir bien preparado para concursar. Fue algo bonito porque no me sentía seguro, los nervios estaban, pero pude contestar los géneros que me pusieron a cantar”, recuerda.

En 2005 su sueño musical se volvió realidad. (Especial)

Lo seleccionaron y el 27 de febrero de 2005 pisó por primera vez el escenario del programa. Al poco tiempo se volvió de los consentidos de los televidentes, quienes se identificaron con su actitud afable y los temas que cada concierto ejecutó con gran maestría, por ejemplo: Sabes una cosa, Ojalá que te mueras y La niña fresa.

La Academia cambia vidas, da la oportunidad de ver la vida de otra manera, y a mí me la ha dado”, externa.

Como agradecimiento al proyecto del que también emergieron talentos como Yahir, Toñita, Carlos Rivera, Víctor García y María Inés, Erasmo acaba de lanzar una nueva versión de Juliantla, pieza icónica de Joan Sebastian: “Este tema tuve la oportunidad de cantarlo hace 17 años, me recuerda mucho a aquella época y creo que es una manera de poder revivir eso en honor a lo que está viviendo hoy La Academia”.

Sobre su relación con los participantes de su generación, dice que es buena, pues todos “se ganaron un lugar muy especial en mi corazón y son personas muy importantes”. Erasmo nunca ha sido adepto a la polémica.

Pero a pesar de su carisma y esfuerzo, el Conde de Xalpatláhuac, como lo bautizó el juez del reality Arturo López Gavito, no ha estado exento de malos tragos dentro de la industria, por ejemplo: la discriminación.

“Todo mundo lo vive y no lo voy a negar. Al final de cuentas está entendido que el tema de la discriminación… Debemos tomar las cosas de quien viene y trato de no engancharme porque no tengo nada que demostrar a nadie, sé quién soy, con mis errores y virtudes. La discriminación siempre va a existir, pero aquí seguimos soñando, siempre para adelante, positivos”, confiesa, sin dar más detalles de quién lo trató mal.

La familia, lo más importante

La nueva versión de Juliantla supone para Catarino el relanzamiento de su carrera tras la pausa a la que lo obligó la pandemia de covid-19.

“Creo que la pandemia fue una lección enorme para muchas personas que atravesamos esta situación. La cultura del ahorro fue lo que me permitió salir adelante. Sí tuvimos algunos detalles, pero siempre es importante tener una base de apoyo. No puedo decir que vivo con lujos, pero vivo bien, estable, y con lo principal, que es la salud”, reconoce.

Durante los momentos más álgidos de la emergencia sanitaria, Erasmo brindó algunos shows, pero nada tan constante. “Ahora estamos retomando el trabajo como todo mundo lo está haciendo, aprovechando la apertura para poder hacer eventos”, comenta.

Este regreso a los escenarios viene alimentado por el amor y apoyo que recibe de su familia, que “siempre va a ser lo más importante porque te ubica, te aterriza, está contigo realmente, te dice las cosas como son. No todo mundo llega a tener esa oportunidad que alguien te diga que estás mal, pero tener a mi familia me ha ayudado mucho para estar estable y entender que hay prioridades: la comida, los hijos, colegiaturas”.

Además, el guerrerense dice que la gente que vaya a sus shows se va a encontrar con un artista “responsable, solidario y humano. Eso es algo que siempre he tenido, además de ser profesional y buen ciudadano”.

Por último, el fanático de Juan Gabriel, Gerardo Díaz y Los dos carnales confiesa que todavía se pone muy nervioso antes de salir a cantar: “Empiezo a sudar, a transpirar, si no me siento muy seguro todo el show lo sufro”. Pero cuando estas emociones lo desbordan, para controlarse acude a su mayor mantra: “Para mí es una responsabilidad cantarle a la gente”.

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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