Este martes, el cantante Erik Rubín recibió a varios reporteros en su estudio de grabación para hablar de los proyectos musicales en los que está trabajando actualmente, pero también aprovechó para hablar de su ruptura con Andrea Legarreta.
Con mucha tranquilidad, el artista señaló que esta decisión es algo que la conductora y él habían conversado hace tiempo. Aunque luego reveló lo más difícil de esta situación.
Primero, Erik dijo a los periodistas: “Ya lo veníamos trabajando, ya lo habíamos asimilado”
“La parte difícil fue la parte de hacerlo público”, pues “a la gente le encanta opinar o deducir, y entonces se convierte en algo complicado”, señaló.
El cantante reconoció que aunque Andrea y él “sabemos nuestra verdad, sí afecta a nuestro alrededor. Mis hijas, aunque lo saben muy bien, sufren por nosotros porque piensan que todo esto nos debe doler”.
“Sí duele, pero te voy a ser sincero: a mí se me ha hecho un caparazón muy grande, y cuando comenzaron estos comentarios con lo del Apio, a mí me valió gorro, y lo seguimos haciendo en todos los shows. Ahorita eso se lo adjudican a ese momento del show”, señaló Rubín.
Asimismo, ejemplificó que recientemente subió una historia donde aparece su funda del teléfono “y tienen colores mi case, entonces dicen ‘Ah claro, es la bandera gay’, es una constante y ya sé que así es”.
Erik comentó que “todo ha sido muy bonito” en su relación con Legarreta, “no ha habido cosas feas, hay un amor inmenso”.
“Entonces, es un poquito feo que algo tan bonito en una decisión tan difícil se convierta en todo un circo, pero nosotros sabemos quiénes somos, qué somos, y eso es lo único que nos debe importar”, concluyó.
hc