Federica Quijano, la ex integrante de Kabah que recientemente sufrió una agresión en la vía pública, no tuvo una infancia fácil, pues la separación de sus papás la llevó, junto a sus hermanos, a vivir situaciones penosas. Así lo recordó durante una entrevista para el programa Venga la Alegría.
"Cuando cumplí 15 mi mamá decidió casarse y esa persona (la pareja de su mamá) nos dijo: 'Se van a quedar con su papá'. Pero nosotros nunca habíamos vivido con mi papá, no sabíamos que ya estaba casado y que teníamos un hermanito", contó la artista.
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"Mi papa no quería que supiéramos esa parte todavía, entonces rentó una casa y ahí nos tenía a nosotros, y su esposa vivía en otro lado. Se le olvidaba a mi papá que estábamos ahí y nos quedábamos solitos los 3 durante semanas. A veces no teníamos para nada, entonces comíamos chochitos con los que preparan el pastel", reveló.
Quijano señaló que esa esa época fue "un poco fea. De ahí nos fuimos a vivir con la esposa de mi papá y le decía cosas horribles a mi hermano: que mi mamá nos había abandonado".
Además, aseguró que para André fue más difícil: "Iba al kínder y me decía: 'Ven conmigo'. Entonces me iba con él, me sentaba en el kínder y él volteaba a ver si yo estaba. Hasta que yo decía: 'Yo no tengo nada que hacer aquí en el kínder, yo tendría que estar en la primaria o secundaria'".
"Todos en algún momento estábamos muy sentidos con ella (su mamá). Optaron por que El Apio (apodo de André) se fuera a vivir con mi mamá y ahí nos separamos los hermanos: Lalo y yo nos quedamos con mi papá, y después mi papá se separó otra vez y quería que nos fuéramos con él. Y yo: 'No, jamás me quiero ir contigo otra vez'. Yo me quedé viviendo con la esposa y Lalo sí se fue con mi papá. De mis quince para mis 19 o 18 fue desastroso", relató.
Sus primeros trabajos
Durante la entrevista, Federica también recordó sus primeros empleos, muy distantes del aspecto musical: "Entregaba paquetes y me pagaban 10 pesos por cada paquete. Luego empecé a andar con un chavo que era gerente de un taller mecánico y le dije: 'Quiero trabajar allí contigo'. Entonces fui secretaria del taller. Aprendí muchísimo".
"Fui guía Montessori, la miss de inglés por el nivel que tenía. Cuando llegué como guía, me dejaron a cargo de un niño que era ciego y con autismo ¡Yo no sabía qué era el autismo! Yo lo empezaba a llevar al salón, lo llevaba a correr, le cantaba. Hicimos un vínculo muy fuerte", añadió.
yhc