Sobre el escenario de la obra de teatro musical El Mago (The Wiz), Felipe Álvarez interpreta a un León que, a pesar de su look rudo, donde destaca una abultada melena y una chamarra de cuero negra, tiene como cruzada personal ser valiente.
Un papel que empata con ciertos rasgos de la carrera del actor: ha enfrentado quebrantos característicos del camino artístico que lo han hecho sentir vulnerable, pero sobreponerse a esto ha fortalecido su confianza y su talento. Dos garras vitales.
"Ser artista es amar el escenario sobre todas las cosas, más hoy en día que mucha gente quiere hacer famosa por ser famosa; ser artista no es ser famoso, es querer transmitirle algo a alguien, y con que lo logres con una persona ya cumpliste", comenta Álvarez en entrevista vía Zoom con MILENIO.
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En El Mago, que cierra su temporada en el Teatro Hidalgo el próximo sábado 7 de septiembre, Álvarez aparece en el escenario junto a Lucero Mijares, con quien canta su canción favorita del montaje, Ser valiente.
Revela que su llegada a este proyecto teatral estuvo llena de misterio desde la primera audición, para la que "tenías que estar recomendado, que fueras una persona profesional y una buena persona".
"¿Por qué? Por Lucero Mijares, para que estuviera rodeada de buenas personas; cualquier detallito que tuvieras, algún problema en alguna otra producción, ya no eras invitado a ese casting", agrega.
El casting para El Mago ocurrió un domingo a las 9 de la noche. Felipe, con cierta incertidumbre, acudió y se quedó. Pero no supo bien qué proyecto era hasta que lo citaron días después para firmar una carta de confidencialidad. "Me enteré igual que todos quién iba a ser la protagonista y pasadas unas semanas me dijeron 'Vas a ser el León'. Fue un arduo trabajo de tres meses de preparación con montajes vocales, coreográficos, de actuación", comenta.
Su rol le representó un reto del que salió avante: "Esa corporalidad de lo que tiene encima, la melena y la barbaba, implica poder transmitir y expresar a pesar de estas barreras".
Álvarez comparte que un gran aprendizaje de su trabajo dentro del teatro musical es que "contante mata a cantante". Otro, a nivel más personal, es el hallazgo de "un equilibrio", porque no solo es un León, también es Gustavo Parra en la serie Sierra Madre y es un cantante que acaba de estrenar el sencillo Ésta no es una canción de amor.
"Tienes que saber mezclar, como todo en la vida".
El equilibrio artístico
Este año, Felipe puede afirmar que su carrera artística está en un grado de madurez importante, sobre todo porque "ya puedo tratar temas más serios". Por ejemplo, a nivel musical no teme exponer sus sentimientos "para que los demás disfruten".
Recuerda que en 2020 participó en La Voz México, de TV Azteca, y cuando vio que los cuatro coaches, Belinda, Christian Nodal, María José y Ricardo Montaner, se voltearon por su interpretación de Another one bites the dust, pensó: "Tengo como 8 años soñando que me pasara algo así".
"Y ya que ves atrás, cada cosa o escalón es un sueño o una meta cumplida; ves lo que has hecho y dices 'Wow'. Pero los sueños se cumplen, ¿y luego? Siempre tienes que buscar qué sigue. Creo que nunca voy a estar satisfecho y siempre voy a querer más".
Expone que la música le permite olvidarse "de todo lo que me está pasando, lo bueno y lo malo; me transporta a ella misma". Por eso nunca la va a apartar de su vida, prueba de esto es Ésta no es una canción de amor. Aunque aclara que, a corto plazo, no piensa sacar un disco.
De su participación en la serie de HBO Sierra Madre: Prohibido pasar, donde compartió la mayoría de sus escenas con el protagonista Miguel Rodarte, dice que se sintió "emocionado" de poder interpretar a un personaje norteño: "Yo soy regio e irónicamente me vine a la Ciudad de México para tener mi primer gran proyecto de actuación en Monterrey".
"Se me han abierto las puertas para hacer audiciones de todas las plataformas, que eso ya es un logro, encontrar ese camino. Mi corazón está muy contento", confiesa.
Álvarez señala que la disciplina y la persistencia han beneficiado su crecimiento en un panorama donde "es fácil tirar la toalla, sobre todo en pandemia. Tenía en la Ciudad de México seis meses y dije 'No me voy a rendir'. Hay que ser inteligente emocionalmente".
— Por último, y abordando el tema de tu canción, ¿cómo defines el amor?
— No son solo caricias, no son solo los momentos bonitos. Es luchar todos los días, sobre todo en una relación; no es solo lo físico, es aprender a vivir con una persona, a ser feliz y hacer a alguien más feliz contigo. Estar día a día, no solo en los momentos padres, es aprender a vivir con alguien más.
hc