Se le puede ver en un escenario contando su rutina de stand up, en la sala de guionistas de alguna serie cómica, como invitado en los video-podcasts de varios de sus amigos – por ejemplo, La Hora Feliz y La Cotorrisa –, o comprando algún buen cómic en una tienda especializada, pero de las varias actividades que realiza Fran Hevia (Estado de México, 1986), la más común es la escritura.
Porque él, que actualmente es conocido por su labor de comediante gracias a los especiales que ha realizado – Se me hizo fácil (2016) y En el acto (2019) - y los programas en YouTube que conduce – El super show está genial, El otro podcast con Fran Hevia y El placer de beber -, siempre tiene una libreta a la mano para plasmar situaciones comunes con el fin de convertirlas en risas.
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Además, su trabajo como guionista para televisión también le exige gastar plumas: para redactar, tachar y rehacer libretos.
“Fue chistoso porque yo escribía (en la prepa) para unos amigos de manera muy amateur. Ya cuando tuvimos la manera de hacerlo profesionalmente, llegué con mucho entusiasmo y poca experiencia. Mis primeras juntas era proponer y proponer, y lo que estaba proponiendo era pura mamada. Ahorita, que lo veo en retrospectiva, ya tengo más de experiencia. Ese entusiasmo está bueno mantenerlo; es difícil, pero es parte importante en cualquier carrera”, cuenta Fran sobre sus inicios como escritor para la pantalla chica.
Y su mayor reto profesional en este aspecto llegó rápido y a lado de Eugenio Derbez: “Ya llevaba un par de años chambeando con él (Eugenio) y nos cayó la asignatura de escribir la tercera temporada de La Familia P. Luche. Creo que me cayó en un momento favorable para mi desarrollo como creativo, porque llevaba uno o 2 años trabajando y pude estar en ese proyecto que exigía mucha responsabilidad. Ahí me di la oportunidad de aprender mucho del oficio; desde cómo escribir libreto, probar libreto, grabar el episodio. Me la pasé muy bien y aprendí mucho”.
Posteriormente, Hevia se desempeñó como creativo en Drunk History, programa de Comedy Central donde una personalidad totalmente ebria narraba un hecho histórico. “Ahí me dieron más libertad y me la pasé muy bien, sobre todo viendo el resultado final”, señala. Pero a la par, para no quedarse únicamente detrás de bastidores, desarrolló una carrera contando chistes frente al público.
Un comediante que ve a futuro
“Lo veo como un oficio. Hace algunos años era inviable a menos que fueras vieja escuela, pero ahorita, sobre todo por el desarrollo de las redes sociales, se convirtió nuevamente en un oficio. Es más democrático como todo mundo puede acceder a esa disciplina. Creo que es un momento muy chido para hacer comedia; en mi caso es lo que hago todo el día, nunca me ha tocado chambear de otra cosa”, apunta Fran sobre su definición de comedia.
En este ámbito, en lo que respecta a la creación de chistes que posteriormente convierte en rutina, no tiene un horario ni día establecido: “Lo he intentado así de ‘Me voy a tomar una hora’, pero es difícil, es comenzar a poner el cerebro en ese mood. Entonces lo que hago es traer en mi mochila siempre una libreta; tengo 4, 5 libretas llenas de pura idiotez. De repente sale algo chistoso en conversaciones o se me ocurre algo y lo voy apuntando”.
Y ante la pregunta de cómo es ser comediante actualmente, Hevia señala que es algo que va cambiando: "Es algo interesante porque se veía una tendencia muy clara los últimos 2, 3 años;si querías que te conociera más gente, era hacer un tour, hacer un especial. Pero nos cayó el confinamiento y proyectos como La Cotorrisa, que no pararon, agarraron ese ímpetu y lo supieron capitalizar muy bien. Creo que ha sido un momento en el que muchos se ven obligados a pasarse al podcast. Cambió la dinámica completamente. Creo que eso ha pintado el panorama… como que se volvieron a repartir las cartas. Ahorita le estamos dando por ahí, afortunadamente la gente está consumiendo muchísimo contenido y toca producir muchísimo contenido".
"Creo que la tendencia es que cada vez se nos dé más oportunidad. Sin embargo, la tele en México es burocrática y es lenta; ha sido de a poquito que ves comediantes de stand up en tele abierta, por ejemplo, el caso del Capi Pérez con La Resolana, que antes de eso había estado vacío el espacio varios años. Como que la comedia en México, en espacios masivos, no se renovó por ahí de los 2 miles. Le veo futuro, pero me gustaría que fuera un poquito más rápido este proceso de integración, de esta nueva comedia con la tradición de medios mexicanos. Es inevitable que empecemos a ver esta nueva comedia", expresa Hevia sobre la principal problemática que ve en el panorama cómico del país.
"Hace falta mucha comedia franca, digamos, en el cine. Porque piensas en comedia en el cine y son comedias románticas; hay una comedia por ahí cada diez años: salió Nosotros los Nobles, salió por ahí Mentada de padre, pero son muy pocas las películas de chistes, payasadas. Es absurdo que no se haga para consumo de aquí. Una película de comedia así como de roadtrip o alguna comedia de chavos de prepa descubriendo sus sexualidad... no tenemos ninguna de esa. Me gustaría pensar que es cuestión de tiempo para que veamos esas películas", agrega.
Pero ante esta carencia, Fran ya trabaja para revertirla: "Últimamente he tenido oportunidad de cosas para el cine; ahorita estamos desarrollando un proyecto para Rob Schneider que es una sinergia chida; sobre todo que estudios gringos con talentos grandes están volteando a ver acá, es una señal fuerte. Y me encantaría dirigir una peli, videoclips, es algo que me ha gustado mucho y espero que me de la vida para lograrlo".
El placer del podcast con Fran Hevia
Ante la pandemia y el cierre de espacios para presentarse, Fran va de un programa de YouTube a otro sin perder la jovialidad; un día le toca grabar El súper show está genial junto a Juan Carlos Escalante y en otra ocasión acude como invitado a La Hora Feliz, donde, entre risas, acepta el mote de Lobo de Fud con el que lo llaman los titulares de dicho espacio, Hugo El Cojo Feliz y El Tío Rober.
“Tengo un patrón de que colaboro con colegas, por lo regular haciendo duplas, pero es algo que llevo haciendo toda mi carrera; cuando comencé a escribir, el libreto siempre lo escribimos entre dos, así nos enseñaron ahí con Eugenio, que las cosas se escriben en pareja porque tienes retroalimentación más rápido”, externa Fran.
Su debut en el formato podcast comenzó hace varios años, “por ahí del 2013”, junto a Escalante, el “puto genio", quien se convirtió en uno de sus mejores amigos. El proyecto de ambos, El súper show está genial, tiene un promedio de 70 mil espectadores por video y ha tenido invitados de diversas disciplinas, como el comentarista deportivo David Faitelson, el cantante Kalimba, el actor Tony Dalton, el dibujante Trino y la drag queen Miss Diamond Leblanc.
Además, Hevia ha trabajado – y trabaja – en otros contenidos virtuales, ya sea en pareja o por su cuenta, por ejemplo: con Alex Fernández (La liga de los súper cuates), con Isabel Fernández (El placer de beber) y un espacio que conduce él solo (El otro podcast con Fran Hevia).
“Esas colaboraciones surgen de que previamente hay química, por lo mismo no tenemos que ensayar las cosas. Es una producción muy ágil cuando hay química entre dos comediantes, porque puedes pensar a grosso modo qué se va a hacer, pero hay dos comediantes tirando chistes. Es una forma muy eficiente de chambear”, señala el comediante.
Aunque también revela que tiene un par de fantasías colaborativas: la primera, con Adal Ramones, a quien conoció gracias al programa STANDparados (2013-2015). “Desde que lo conocí… obviamente lo vi primero en la tele toda la infancia y juventud, pero tratándolo en corto, es una persona muy chistosa; se la pasa cabuleando a todo mundo, una cábula severa, chiste tras chiste. Hemos mantenido la relación estos años, pero no hemos tenido chance de colaborar en algo y eso me encantaría”.
La segunda, con Andrés Bustamante: “El Güiri Güiri fue de mis primeras influencias cómicas y creo que tiene una carrera impecable; no le recuerdo algún momento de: ‘Ahora sí la cagó’. Todo lo que entrega él es de gran calidad y no conozco a nadie que no le guste. También tenía un nivel de cábula espectacular, muy ingenioso porque todo lo mantiene familiar y a la vez lo vende. Ojalá me de la vida para colaborar con él”.
Máximo respeto
La serie The Boys, el cómic Something is killing the children y el libro Sexus, de Henry Miller, son elementos a los que se dedica Hevia cuando no se dedica a escribir cosas. Aunque de estos se nutre para todo lo que le genera dinero y fans.
“Si hablas de temas de los que nadie más está hablando, es una ventaja competitiva importante. Y muchas veces esos temas te los da leer algún libro, ver un documental, consumo mucho contenido”, dice.
También cuenta que no le preocupa mucho la cuestión de la cancelación, que algunos de sus colegas – por ejemplo, Mau Nieto – han enfrentado, pues “mi material y mi estilo de vida no es algo que me ponga en esa posición arriesgada”.
“Tampoco es mi interés hacer humor políticamente incorrecto, porque creo que esa tendencia ya está en desuso, la conversación es otra. Ahorita, si quieres incomodar con tu discurso, la conversación tendría que ir hacia otro lado. También (la cancelación) creo que es un síntoma de que estamos todos encerrados y de que las redes sociales se están tornando bastante tóxicas, en particular Facebook y Twitter. Pero si de repente haces o dices algo espeluznante, es obvio que va a reaccionar la gente”, agrega.
Y ahondando en las redes y sus cada vez más comunes trolls, Fran dice que ninguna persona o bot se ha ensañado con él; sí le pasa que su perfil de Wikipedia lo han modificado para emparentarlo con La dama del buen decir, Talina Fernández, pero “afortunadamente he notado que no es como otros colegas, que luego hay gente que se ensaña con algunos”. Recibe máximo respeto en tiempos donde todos tienen memes.
“Quisiera decir que no, pero estoy seguro que he tenido un momento así o varios. He visto gente en el medio que de un día para otro se convierten en superestrellas, y no es la regla, pero muchas veces cambia el trato de esas personas hacia otras personas con las que trabajan. Eso sí me da mucho miedo. Me gustaría llegar a un grado de celebridad considerable; si te dedicas a este tipo de cosas, es el afán de que te conozca más gente, que más gente vea tu trabajo. Pero trato de tener muy claro de que, así como llega algo, se puede ir", añade sobre cómo se aterriza ante el reconocimiento.
Y sobre su panorama a futuro, no pretende desprenderse de lo actual: “Creo que ya, aunque no quiera, he chambeado de esto toda la vida y no me ha faltado chamba; llevo 11 años trabajando ininterrumpidamente y creo que es lo que voy a seguir haciendo. No me queda otra cosa y no quisiera hacer otra cosa”.
Aunque no descarta que, en el futuro sin pandemia, “me gustaría invertirle a algo”. Pero de momento, logrando risas a través de videos y esperando lograrlas de nuevo sobre un escenario, Fran Hevia no tiene “interés en hacer otras cosas que no sea comedia”.
yhc