En el programa Hoy hay distintas secciones, en una de ellas los conductores han hecho revelaciones de su vida íntima, pero también hay una de belleza en donde a veces acuden especialistas a explicar algunos tratamientos estéticos. En esta ocasión Galilea Montijo fue la encargada de participar en la sección en la que hablaron sobre el rejuvenecimiento de las manos y para esto, la conductora se sometió a varias inyecciones.
Galilea Montijo presentó a Javier Ruíz, el especialista que hablarían sobre las manos, una parte del cuerpo que también debe recibir atención y no sólo el rostro o el cuello.
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“El otro día fui a verlo y de repente me dice que no me había hecho nada en las manos. Las manos hay que rejuvenecerlas”, comentó Galilea.
El especialista mencionó que realizaría un tratamiento con ácido hialurónico para fortalecer las manos y para esto saco una jeringa, algo que asustó un poco a Galilea Montijo. Fue así que Javier Ruíz tomó una de las manos de Galilea y comenzó a inyectarla.
“Ay, amigo”, dijo la conductora cuando el especialista le inyectó en una parte de la mano que le dolió.
Mientras el especialista seguía inyectando a Galilea, la tapatía decidió voltear hacia otro lado, ya que no quería ver cuando la aguja se introducía en su piel.
En todo momento, Galilea Montijo no pudo ocultar que las inyecciones le causaban dolor, hasta comentó que ya estaba sudando.
“Oye, ya empecé a sudar. Yo soy bien macha, pero ya empecé a sudar. No me gusta”, comentó la conductora.
Cuando Javier Ruíz terminó el procedimiento con una mano, rápidamente comenzó a inyectarle el ácido hialurónico en la otra mano a Galilea Montijo. De nueva cuenta, Gali no pudo ocultar la molestia que sentía cuando la aguja traspasaba su piel.
Al ver las caras de dolor de la conductora, las demás personas que se encontraban en el foro comenzaron a hacer algunas expresiones que demostraban que a Galilea Montijo sí le dolía la realización del tratamiento estético.
A pesar de que el tratamiento estético le dolió, Galilea Montijo no tuvo otra opción más que soportar las inyecciones, algo que demuestra que la belleza además de costar también duele.
PJG