Fiscales de Los Ángeles están revisando nueva evidencia en el caso de los hermanos Menéndez, que fueron condenados por matar a sus padres en su mansión de Beverly Hills hace más de 35 años, dijo este jueves el fiscal de distrito de la ciudad.
George Gascón, fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, dijo durante una conferencia de prensa que los abogados de Erik Menéndez, de 53 años, y su hermano de 56 años, Lyle Menéndez, pidieron a un tribunal que anule su condena.
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Nueva evidencia
Gascón dijo que su oficina revisará nueva evidencia y también decidirá si el caso debe ser considerado para una nueva sentencia. Se programó una audiencia para el 29 de noviembre.
La nueva evidencia presentada en una petición incluye una carta escrita por Erik Menéndez que, según sus abogados, corrobora las acusaciones de que su padre abusó sexualmente de él.
Gascón dijo que su oficina aún no había tomado ninguna decisión y no sabía la "validez" de lo que se presentó en el juicio. “Lo evaluaremos todo”, dijo.
Gascón, que busca la reelección, señaló que más de 300 personas han sido sentenciadas nuevamente durante su mandato, y solo cuatro han vuelto a cometer un delito.
La serie de Netflix
El caso ha ganado nueva atención en las últimas semanas después de que Netflix comenzara a transmitir la serie documental The Menendez Brothers.
En una declaración en X publicada por su esposa, Erik Menendez calificó el programa como una “representación deshonesta” de lo que sucedió que los ha llevado de regreso a una época en la que los fiscales “construían una narrativa sobre un sistema de creencias de que los hombres no eran abusados sexualmente y que los hombres experimentan el trauma de la violación de manera diferente a las mujeres”.
¿Qué hicieron los hermanos Menéndez?
Los hermanos fueron condenados a cadena perpetua por disparar fatalmente contra sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989.
Lyle, que entonces tenía 21 años, y Erik, que entonces tenía 18, admitieron haber matado a tiros a su padre, un ejecutivo del mundo del espectáculo, y a su madre. Argumentaron que temían que sus padres estuvieran a punto de matarlos para evitar que se revelara que el progenitor había abusado sexualmente de Erik durante mucho tiempo.
Los fiscales sostuvieron que no había pruebas de abuso sexual. Añadieron que los hijos querían quedarse con el patrimonio multimillonario de sus padres.
Los jurados rechazaron la pena de muerte a favor de la cadena perpetua sin libertad condicional.
hc