Ignacio López Tarso celebró su cumpleaños número 98 con una fiesta en el jardín de su casa junto a la prensa. Feliz y entusiasmado por sus nuevos proyectos en la pantalla, el primer actor confesó que no sólo su carrera marcha viento en popa sino también su noviazgo con Gabriela.
El actor enfrentó hace dos décadas la muerte de su esposa, Clara Aranda. Tras varios años de duelo, volvió a darse una nueva oportunidad en el amor con una emprendedora, de la que se sabe era dueña de una empresa tequilera.
"Seguir de novios eternamente, cada quien en su casa y nos vemos cuando cada quien tiene ganas de verdad de ver al otro", dijo en una entrevista para el programa Venga la Alegría.
Comentó que aún le faltan dos años para llegar a su primer meta, y es que el actor ha mencionado en más de una ocasión que quiere llegar a los 110 años actuando.
"Faltan dos para cumplir el mínimo que quiero", dijo, "Me siento sano, me siento a gusto, y yo no sé mañana y pasado mañana qué puede suceder".
Asimismo, confesó que extraña los aplausos, los cuales considera un alimento para su alma: "Me está esperando el teatro, ya tengo una obra montada que dejé trunca. El teatro es alimento, es necesidad".
Ignacio López Tarso revela si hay algo del pasado que lo abrume
El actor confesó que del pasado "no lo atormenta nada, nunca he tenido tormentos. Los tormentos generalmente te los da alguien, yo no he permitido que me atormenten".
Mencionó que siempre pensó en lo maravilloso que sería presenciar el inicio del siglo XXI. Con su gran sentido del humor, añadió que se encuentra muy bien de salud.
"Tengo un magnífico doctor, que todo mundo me dice: 'déjalo, déjalo, te está quitando lo mejor de la vida, pero gracias a eso llego a los 98, me faltan dos para 100, qué maravilla llegar a esta edad. Yo pensaba, cuando se iba a acabar el siglo pasado: 'qué bonito sería llegar a recibir el próximo siglo'".
amt