Jorge Negrete también conocido como El Charro Cantor, fue uno de los actores más queridos del cine nacional junto a figuras como Pedro Infante y María Félix. Además de portar una de las voces más auténticas en el mundo del espectáculo.
Antes de convertirse en actor, Jorge Negrete formaba parte del Ejército Mexicano, donde se graduó de teniente de Caballería y Administración. A raíz de sus actividades recreativas, descubrió que tenía un talento natural para el canto.
Fue hasta 1931 que encontró su verdadera vocación al participar en una estación de radio. A partir de ahí, comenzó a trabajar en películas como Dos tipos de cuidado, El peñón de las Ánimas, ¡Ay Jalisco, no te rajes! y muchas otras más.
La causa de muerte de ‘El Charro Cantor’
Durante su juventud, Jorge Negrete padeció Hepatitis C, una enfermedad que consiste en la inflamación del hígado y otros órganos que se lesionan a causa del virus de la hepatitis C. Dicha enfermedad puede ser de corta duración o crónica.
En aquella época, existía muy poca información sobre dicha enfermedad, por lo que no había tratamientos, además de ser una enfermedad silenciosa que no muestra sus síntomas hasta tiempo después.
De acuerdo con los reportes, la causa oficial de muerte de Jorge Negrete fue una cirrosis hepática causada por la Hepatitis C. El lamentable evento ocurrió cuando el actor del Cine de Oro se encontraba en la ciudad de Los Ángeles, California, asistiendo a una pelea del mexicano Raúl Macías.
El actor tuvo una hemorragia, por lo que tuvieron que trasladarlo al Hospital Lebanon Cedars, donde permaneció varios días en coma hasta el 5 de diciembre de 1953, cuando finalmente falleció a los 42 años.
El día del fallecimiento de Jorge Negrete fue considerado luto nacional, donde se guardó cinco minutos de silencio en todas las salas de cine de México, de acuerdo con Pedro Téllez Vargas.
Por decisión presidencial de Adolfo Ruiz Cortines, el traslado de los restos de Jorge Negrete se hizo en un avión del Gobierno Federal perteneciente a la Secretaría de Agricultura y se ordenó que se velara su cuerpo en el Palacio de Bellas Artes.