Jorge Ortiz de Pinedo es uno de los actores más importantes en México, desde muy chico comenzó a mostrar su gusto por la actuación, algo con lo que vivió desde niño ya que sus padres eran actores. Algo que muchos no saben es que durante sus primeros años de vida, el histrión vivió en la Lagunilla.
En una entrevista con Mara Patricia Castañeda, Jorge Ortiz de Pinedo, quien ha destacado en papeles como el Doctor Cándido, recordó que durante varios años vivió con su familia en una de las zonas de la Ciudad de México más populares: La Lagunilla.
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En dicha entrevista, Jorge Ortiz de Pinedo aclaró que nació en Colombia, sin embargo, desde muy niño comenzó a vivir en México.
“Mi madre se va a trabajar en la compañía (de teatro) con mi papá haciendo papeles pequeñitos, pero estaba prohibido que fueran mujeres embarazadas por las giras eran en barco, tren, lancha, como fuera. Mi madre sabía que estaba embarazada y no dijo ni maíz porque no iba a dejar que su esposo se fuera tres meses”.
Debido a una guerra que se desató en Bogotá, la compañía de teatro donde trabajaban los padres del actor perdió todo por lo que sus papás decidieron irse a Venezuela y después llegaron a México.
“Se le pegó a mi papá, no dijo nada, se fajaba hasta que a los ocho meses le dijeron que se quitara la venda. Salí en Colombia cuando andaban de gira y en Bogotá se dio el famosos bogotazo. Hubo problemas de elecciones y hubo una guerra, hubo muertes y balazos”.
“Cuando llegamos a México mi mamá me dijo que no sabían cómo meterme, entonces que mi papá pegó con saliva mi foto en el pasaporte y él presentó su pasaporte, entraron a México y aquí ya me registraron”.
Jorge Ortiz de Pinedo dijo que cuando llegó a México con su familia vivió en casa de sus abuelos en la Lagunilla.
“Llegamos a vivir a la Lagunilla, a la casa de mis abuelos. La Lagunilla era fantástica y los recuerdos que tengo de la calle de Honduras 17, si alguien tiene curiosidad de ver, hay un portón gigantesco que tiene una vecindad de 30 viviendas, ahí vivían mis abuelos”.
En la plática, el histrión recordó algunos de los lugares que quedaban cerca de la vecindad en donde vivía.
“Era fantástico el centro de la Ciudad de México. Caminabas tres pasos y estabas en un lugar que se llamaba El jarocho, era un restaurante de mariscos y todas las madrugadas llegaba los camiones desde Veracruz con los mariscos, ver eso era fantástico”, recordó.
“Del otro lado de la entrada de la vecindad estaba un lugar que sigue existiendo que es el Guadalajara de noche, es un cabaret para que los turistas vayan a escuchar música mexicana (…), había un hotel, la farmacia, Garibaldi, los mariachis, el mercado de la birria, el mercado de la Lagunilla”.
“La esquina de los petaqueros estaba a ocho cuadras de mi casa donde decía en uno: Petacas fulanas; el otro: Para petacas las mías y el otro decía: Las mejores petacas de esta esquina. Cuatro tiendas en las contra esquinas de puras petacas, maletas”, mencionó.
PJG