Jorge Ortiz de Pinedo recuerda cómo vivió el terremoto de 1985: “Llegué llorando a mi casa”

“De mi cuarto se veían las tres antenas de Televisa, de repente para aquello y veo dos antenas nada más. Obviamente no había luz, fue desesperante", contó el actor.

Jorge Ortiz de Pinedo. (Instagram)
Ciudad de México /

Uno de los episodios de más miedo y tristeza en la vida de Jorge Ortiz de Pinedo tuvo lugar el 19 de septiembre de 1985, cuando la Ciudad de México sufrió el embate de un terremoto que dejó miles de víctimas.

En entrevista para el canal en YouTube de la periodista Matilde Obregón, el comediante y productor recordó cómo vivió este desastre natural desde el piso 16 del hotel Fiesta Americana.

Ortiz de Pinedo señaló que ese día tenía una entrevista en Televisa, pero por estar “desvelado, cansado y crudo” decidió cancelarla: “Llamé a la operadora del hotel y le dije: ‘Hazme un favor, llama al Canal 2, pide hablar con la gente del foro de Hoy y diles que estoy afónico, no puedo hablar’. Me dio tanta vergüenza de ser capaz de hacer eso y prendo la tele para ver qué decía de mí don Guillermo (Ochoa), y empieza el terremoto. Yo debí haber estado en ese foro, en el que se cayó”.

Empieza el terremoto y yo estaba en el piso 16 del hotel Fiesta Americana, el hotel se movía como barco porque tiene unos pilotes enterrados y se mueve completo, o sea, no está fijo, se mueve todo, fue espantoso”.


Al principio, Jorge mantuvo la calma, pero cuando “tronó el espejo del bajo y se cae el cortinero de la ventana, dije: ‘Esto está canijo’”.

“Abro la puerta y veo en el pasillo una serie de turistas en calzones, en bata, porque estaban aterrados en las puertas. Y lo más maravilloso: un mesero con su charola haciendo equilibrio para no tirar el desayuno”.

Entonces, trató de calmar a los demás: “Como héroe mexicano: ‘Cálmense, no pasa nada’, y me gritó un sudamericano: ‘Se está cayendo’. Entonces me regrese a agarrar mi sueldo que me habían pagado, me lo meto donde se meten los señores las ganas, abro la puerta de la escalera de emergencia y veo pasar a las viejitas”.

Ahí cayó en cuenta que no podría bajar los 16 pisos tan rápido, así que decidió hablarle a su mamá, a su esposa e hijos. “De repente empieza a parar aquello, digo ‘Ya paso’, volteo a la ventana y digo ‘Caray, para acabarla de fregar hay neblina’. ¡Era el polvo de todos los edificios que se había caído!”.

“De mi cuarto se veían las tres antenas de Televisa, de repente para aquello y veo dos antenas nada más. Obviamente no había luz. Fue desesperante. Yo levantaba el teléfono y no podía hablar a mi casa, ya no había líneas”, rememoró.

Tras ver el desastre, el famoso caminó a Televisa “para ayudar porque se habían caído dos foros. Me puse a ayudar en la calle, me acababan de operar, no podía cargar piedras, entonces me puse a dirigir tránsito, pero lo que era impresionante es que las calles de México eran como un hormiguero porque la gente salía del metro a borbotones. Otra cosa que me llamó la atención es que la gente no hacía caso a los policías, la gente hacía caso a los ciudadanos. Entre los ciudadanos nos organizamos y empezamos a cargar, sacar cosas”.

“Luego, a la 5 de la tarde, dije ‘Voy a ver a mis hijos’, ya había hablado que estaban bien. Pude sacar mi carro del hotel y todo Cuauhtémoc era un desastre, yo llegué llorando a mi casa pensando que se había caído la mitad de la ciudad”.

hc

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