El cantante y actor Abraham Batarse, mejor conocido por el nombre artístico de Simón León, reveló en entrevista con el programa SNSerio que el productor Juan Osorio lo humilló durante la telenovela Mi corazón es tuyo.
Primero, el también empresario contó que Carmelita Salinas fue la persona que lo impulsó en el mundo actoral: “En cuanto me vio que me estaba preparando, que me estaba esforzando, habla con un productor muy desagradable que hace novelas. Le dice ‘Mete a mi muchacho para que salga en una novela’, ella con tal de dar exposición. Ahí voy, pero yo no sabía ni madres de actuación. Estaba Jorge Salinas, Pablo Montero, que es mi compa. Me acomodan ahí”.
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“Juan Osorio es de lo peor, a mí no me cae bien esa persona. Ese cabrón me humilló ahí en la novela, me trató de lo peor. Me dice: ‘Quiero que grabes dos canciones para la novela para que salgan las cortinillas y como tema principal’. En ese momento batallé muchísimo para conseguir un buen productor, me fui a Los Ángeles y conseguí dos productores de buen nivel, y ahí están sus temas”, señaló Abraham.
Entonces, comenzó la telenovela, pero nunca pasaron sus canciones: “No arranca mi tema, no arranca la canción, y yo: ‘¿Qué pasa, esto no quedamos?’. Como que le empieza a dar coraje al señor y no sé si se enoja, pero de repente me empieza a poner papeles…. en una de esas me pone a hacer una escena donde me pone a bailar en una novela que se llama Mi corazón es tuyo; está la actriz principal bailando en un table dance y yo soy mesero en ese lugar, su escolta, su asistente”.
“Digo, yo no tengo pedo por el papel que me den, dije ‘Yo vengo a trabajar’, pero ya después lo vi portarse sangrón conmigo, me empezaba a exhibir en público. A mí se me hace una falta de respeto tremenda que exhibas a la gente en público, no ganas nada, se me hace de lo más naco y patán que puedas insultar a alguien enfrente de toda la gente”, dijo.
Además, el famoso contó que durante una escena donde Osorio lo puso a cantar, “resulta que acabando de cantar el público tenía tomates podridos; acabo de cantar, me hinco y me agarran a tomatazos. Sí (sabía que iba a pasar eso), pero la misma necesidad de triunfar, de hacer las cosas, de querer sobresalir… salí llorando, me sentí tan mal, me sentí humillado”.
Por último, Abraham Batarse aseguró que esa experiencia “marcó mi persona, fue un antes y un después: al otro día no volví a aparecerme en la novela, le hablé al cuate que maneja su producción. Me resentí, se me hizo mala onda, siento que para triunfar claro que hay que tragar mierda, pero decentemente”.
hc