Julián Gil nació en Argentina, pero tuvo que abandonar su país -junto a su familia- cuando tenía 9 años para buscar mejores oportunidades. Luego de residir una temporada en Venezuela se mudó a Puerto Rico, donde vivió más de dos décadas y comenzó su carrera artística. Antes de convertirse en el popular actor que es hoy, trabajo como lavaplatos, ayudante de cocina, fregando pisos y en una casa de citas.
"Vengo de una familia muy humilde con unos problemas graves de alcoholismo, de los dos, papi y mami tomaban mucho (...) Llegar a Puerto Rico fue duro porque llegamos con una mano adelante y una atrás, éramos ilegales, claro no tuvimos que cruzar frontera porque es una isla, llegamos con una visa de turista", contó también el conductor en una entrevista para el canal de YouTube de Yordi Rosado.
- Te recomendamos Violeta Isfel recuerda que su ex pareja intentó sacar de la casa a su bebé mientras llovía Famosos
Julián Gil y su familia tuvieron que quedarse en Puerto Rico para apoyar y cuidar a una de sus tías que había sufrido un derrame cerebral durante un viaje a la isla que hizo con la mamá del actor. Una vez instalado, el famoso comenzó a trabajar usando papeles falsos, entonces tenía 15 años.
"Teníamos que escondernos porque no podías trabajar, pero había que trabajar. Había una necesidad increíble porque éramos mi tía -que estaba enfermita-, mi mamá, mis hermanas, yo y estábamos en un país en el que había que salir a chambear", contó Gil, que explicó más adelante que también se mudaron con ellos sus primos.
Julián Gil revela cómo fue trabajar en una casa de citas
El actor señaló que Puerto Rico era "completamente desconocido" para todos; sin embargo, no perdió el tiempo y comenzó a desempeñarse en diferentes trabajos. Fue mesero, valet parking, lavaplatos y en una casa de citas.
"Trabajaba en un prostíbulo, tenía como tres trabajos (...) Yo era un niño, cuando cerraban el prostíbulo, que era a las siete de la mañana, llegaba yo a limpiar las habitaciones. En 4 y 5 horas yo limpiaba eso, las sábanas, las camas, los baños, recogía condones, o sea, todo lo que te encuentras en una casa de citas, pero jovencito, con 15 años, imagínate", contó.
Julián Gil relató que su mamá se molestó cuando se enteró de que trabajaba en una casa de citas; le dijo que si bien todos los trabajos son respetables, no podía continuar en ese lugar.
"Se enojó muchísimo y me dijo: 'dedícate a cualquier tipo de trabajo, todo trabajo es honrado, pero ese no me gusta', quizá pensaba que me iba a enredar con alguien ahí, pero me dijo 'no lo hagas' y ya después fui a trabajar estacionando coches", añadió.
Trabajó alrededor de dos semanas en la casa de citas hasta que su mamá supo lo que hacía: "Nunca supe por qué no quería que trabajara ahí, yo después saqué conclusiones, me imagino que no era un sitio para alguien de 15 años".
amt