Keanu Reeves, en la actualidad, es uno de los máximos exponentes cine de Hollywood. Y es que el actor ha protagonizado películas de acción que se han vuelto clásicos, de la talla de las sagas de Matrix y John Wick, franquicias de las que ya se esperan nuevas películas. Sin embargo, su infancia fue complicada, y el resto de su vida, no fue tan diferente.
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La complicada infancia de Keanu con un padre alcohólico y traficante de drogas
Keanu Reeves nació en Beirut (Líbano) el 2 de septiembre de 1964 y su infancia transcurrió entre Hawái, Australia, Nueva York y Toronto en un entorno lleno de violencia con su padre, un traficante de drogas alcohólico.
Durante su estancia en Canadá, con apenas 15 años, decidió abandonar los estudios convencionales para matricularse en una escuela de arte dramático, pero fue expulsado del centro educativo debido a su carácter rebelde e indisciplinado y falta de concentración en los estudios.
Su vida se complicó más cuando su padre abandonó su hogar, divorciándose después de su mamá... y finalmente, Samuel Nowlin Reeves sería condenado a diez años de cárcel por tráfico de estupefacientes.
Esto provocó que Keanu tuviera que trabajar de fotógrafo, camarero, mecánico de motos y talador de árboles en Canadá. Pero nunca abandonó su vocación de actor, aunque no obtuviera su título profesional. Fue así como aprovechó su talento para meterse en el mundo del teatro, lo que le abriría después las puertas en otros medios.
Para 1984 comenzó a aparecer en varias series de televisión canadienses. En 1985, Reeves abandonó Toronto para recorrer Canadá y convertirse en actor. Ese mismo año debutó en el cine con el film 'Dreams to believe', y para 1986 se traslada a Los Ángeles para formar parte de 'Youngblood/Forja de campeones', donde coincidió con Rob Lowe y Patrick Swayze.
La muerte de su amigo, hija y pareja
Una de las películas más recordadas de Keanu es 'Mi Idaho privado' (1991) del director Gus Van Sant, en ella, Reeves compartía reparto en el que se había convertido en su gran amigo, River Phoenix. Sin embargo, tendría un trágico final en 1993, pues el actor murió por sobredosis en California.
Todo seguiría, y los éxitos para Reeves cada vez serían mayores, así como su fortuna, la cual actualmente se reporta por medios estadunidenses que alcanzaría los 360 millones de dólares. Pero un nuevo capítulo trágico llegaría para él.
Reeves tuvo una relación con la actriz Jennifer Syme, recordada por la película 'Carretera Perdida'. En diciembre de 1999, la pareja perdió a su hija en camino, cuando tan sólo faltaban quince días para su nacimiento.
Pero la historia todavía tenía un poco más que contar. Pues por si lo anterior fuera poco, en abril de 2001, Syme murió en un trágico accidente automovilístico tras un choque en una autopista de Los Angeles.
"No me siento cómodo hablando de mis sentimientos, de ciertos aspectos de mi vida privada. Siempre me preguntan muchas cuestiones personales, para alimentar esa ansiedad entre el público que a mi no me interesa cimentar", dijo Reeves tras ello.
Síndrome de Asperger
Aunque el actor no habla abiertamente de esto, es sabido que Keanu vive con un trastorno llamado síndrome de Asperger, una condición de personas con problemas para hacer amigos, para captar los dobles sentidos y para desenvolverse en situaciones sociales, por lo que se le suele reconocer en el espectro del autismo.
No obstante, la inteligencia de quienes lo padecen es normal y, en algunos casos, incluso superior a la media. Personajes de la talla del dueño de Tesla, Elon Musk, y Anthony Hopkins, ganador al Oscar como Mejor Actor, también lo padecen.
Sin embargo, y pese a todas estas dificultades, el libanés cumplió su sueño de ser actor, y hoy Keanu Reeves es uno de los actores más reconocidos, aclamados y adinerados del mundo, y tiene a millones de espectadores esperando por verlo en 'Matrix 4' y 'John Wick 4'.
CON INFORMACIÓN DE EFE
caov