"No puedes ser racista, no te hace un comediante contestatario": Kikis

Kikis es una de las mayores referentes del stand up en México, pues además de ser de las primeras personas en ejercer este tipo de comedia en el país, en su rutina siempre procura visibilizar situaciones que atañen a las mujeres y a la comunidad LGBT

Kikis define su comedia como 'observacional'. (Milenio)
Ciudad de México /

Aunque de los paseos con su mascota Zoe, de sus salidas al bosque con su novia y de las series de la plataforma de streaming en boga, Kikis saca ideas para sus rutinas cómicas, existen otros momentos que le proporcionan más material: los de la pendejez humana. Porque la también guionista afirma que esos casos, los errores totalmente evitables pero a la vez comunes, suelen ser imanes de risas, pues muchos se identifican.

Pero especifica que los momentos ‘pendejos’ se van digiriendo de forma distinta conforme se evoluciona. Y es que lo que ella decía hace 8 años, en 2012, cuando comenzó formalmente su carrera como standupera, ya es distinto a lo que hoy siente y defiende.

“Mi comedia ha evolucionado, ha ido hacia donde voy yo, porque creo que la labor del comediante de stand up es vivir para contarlo. Entonces, es algo increíble ver cómo el comediante va creciendo y también su persona. Hay chistes que ya no me representan, que ya no soy esa persona y está bien padre asumirlo, está bien padre como espectador ver ese cambio”, afirma.

Y ante esto (el pasado nebuloso que no es la claridad de la actualidad), la que muchos standuperos consideran pionera del ejercicio cómico frente a un micrófono señala que tampoco ha recibido hate o ha sido señalada por una declaración pasada, pues “no soy suficientemente famosa para que eso pase. Nadie me los ha echado en cara, nadie se ha tomado el tiempo de escarbar en mi Twitter, pero seguramente habrá, si te pones a ver”.

Cancelaciones y cristal

Un fenómeno que Kikis ha presenciado de forma cercana, pues varios de sus colegas lo han vivido, es la llamada cultura de la cancelación, que consiste en nulificar virtualmente la trayectoria y actividad de una persona que atenta contra un acuerdo social actual.

Respecto a esta situación, ella cree que “tú puedes decir lo que quieras; yo puedo escribir comedia de lo que yo quiera y de lo que me importe, pero también tengo que hacerme responsable de ello. Creo que está muy bien que nos demos cuenta que tenemos que asumir consecuencias, aunque me parece que eso lo tuvimos haber aprendido a los 4 años, pero lo estamos aprendiendo ahora que la gente nos está diciendo: ‘No puedes ser racista, ya no es padre, ya no te hace un comediante contestatario’”.

Posteriormente, la creativa ahonda en un concepto que también se discute mucho en estos tiempos: la generación de cristal.

“Me parece que la llamada generación de cristal es diferente… que se vea de cristal es porque nuestras generaciones son de mierda. Porque sí, estamos mal educados, hicimos todo mal y a partir de ahí, claro, el cristal es muy frágil, el cristal es muy transparente. Entonces significa que tenemos que aceptar que nos educaron mal, nos educaron racistas, clasistas, misóginos y un montón de cosas horribles… hay que cambiarlo”, externa.

Y ante el tema de los comediantes que declaran que en estos tiempos ya no se pueden hacer chistes, Kikis habla de jabón en polvo: "(Los comediantes) nos dedicamos a escribir y hemos, por dinero, escrito acerca de temas que no nos importan, por ejemplo: el jabón en polvo. A mi me han contratado en una empresa de jabón para hablar de su lanzamiento de jabón en polvo; ¿soy capaz de hablar de jabón en polvo? ¡Sí! ¿Entonces por qué no puedo escribir un chiste que no esté chingando a nadie? Esa es la tarea, ese es el ejercicio y me parece que si te quejas tanto de que ‘No puedo hacer chistes de nada’, tal vez tu oficio no está tan claro.

"Lidiaba con los problemas a partir de la risa"

La menor de 4 hermanos no tiene una referencia cómica como inspiración, sino que su amor por la comedia comenzó presenciando un show de stand up: "Fue un descubrimiento de ‘Qué es eso y por qué no lo estoy haciendo yo’. Fue muy impactante para mi ver a gente común haciéndome reír sin personajes, sin una caracterización, siendo ellos, hablando de temas corrientes. Fue muy revelador para mi ver eso. Entonces, fue tan impactante que me cambió la vida para siempre".

Aunque años antes de ese exabrupto de risas que la orilló a subirse a un escenario, Kikis se reía como una estrategia para sobrellevar la vida: "Desde antes de dedicarme a esto profesionalmente, lidiaba con los problemas a partir de la risa. Una de las cosas más bonitas del stand up es que si ves a un comediante en x año, o sea hoy 2020, y no te gusta, puede ser que en el 2022 te encante; porque justamente pasa como con los seres humanos: si alguien te conoció hace 10 años, ya no te conoce hoy, ya no eres la misma persona".

Pero lo que no cambia en ella es su objetivo de "cagarla menos todos los días", cuestión que la mantiene en un constante aprendizaje y reflexión para "ser menos misógina, menos clasista". Porque afirma que antes "era más fácil cuando nos valía madre, pero no estaba mejor. Entonces creo que si cada uno se encarga de ser menos mierda todos los días, va a apestar menos la sociedad".

Sociedad que, en el aspecto cómico, la etiqueta por su preferencia sexual, aunque esto no le desagrada, al contrario: "Me siento increíble de pertenecer a eso, de que esa comunidad (LGBT) vea más visibilidad en mi comedia y que aporte yo algo; me siento super bien de aportar, hacer visible, de vivir en esta burbuja que es la Ciudad de México y aprovechando los privilegios que tengo para poder alzar la voz. Creo que las etiquetas nos dan más identidad; entre más etiquetas más fácil me van a encontrar como hashtag".

Democratización de contenido

La pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 ha llevado a Kikis a los formatos digitales, donde desarrolla con éxito diversos contenidos: En pandemia con la Kikis, una serie de entrevistas a comediantes a partir de un experimento hizo la revista Cosmopolitan en los años 90; Explicame ésta, donde le dice a otro comediante una frase muy mexicana y la deben explicar; Mas sabe el diablo por vieja, que va dirigido a la comunidad de mujeres diversas; y Bendita incomodidad, podcast que hizo con su terapeuta en pos de visibilizar la salud emocional.

"Hay que aprovechar que nunca antes había habido tanta democratización de contenido. Ahora cualquier persona puede tener un podcast, un canal de YouTube, entonces todos somos generadores de contenido y hay que asumir esa responsabilidad", expresa sobre su labor online.

Aunque no oculta su anhelo por volver a los escenarios de espacios como el 139 o el Hotel W para provocar risas cara a cara.   

Y es que Kikis, que antes de cada show presencial acostumbra a ponerse en una posición de poder, como la pose de la Mujer Maravilla, para cargar energía, extraña "el contacto con la gente, tomarme fotos después del show", además de la convivencia en directo con esos talentos a los que le ve mucho futuro: La Bea, Alexa Zuart, Eliza Sonrisas y La Palina.

"Creo que le falta mucha profesionalización al stand up, creo que se ha intentado y lo lograremos eventualmente. Y creo que mucha gente que entra a hacer stand up en este momento, lo hace por otras motivaciones más allá de hacer reír... la onda de la fama, del dinero… creo que es una motivación engañosa y falsa. Creo que… ya voy a sonar como señora de ‘En mis tiempos’, pero sí, antes se hacía por diversión y era lo que te apasionaba hacer. Creo que ahora muchos tienen la prisa de ser famosos, de ganar dinero", es la reflexión final sobre el panorama actual del stand up de la comediante que en sus momentos más bajos piensa en mandar todo a la chingada y poner un Oxxo, aunque siempre vuelve a sonreír - y hacer reír - con un micrófono.

​yhc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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