La declaración de Kim Kardashian en el Tribunal de lo Criminal de París por atraco a punta de pistola que sufrió en el hotel en el que se alojaba en la capital francesa en la Semana de la Moda, duró casi cinco horas.
La reina de las redes sociales salió del histórico Palacio de Justicia de París por la puerta de atrás, por la misma por la que había entrado, y esquivó de esa manera a las decenas de cámaras y de periodistas que la esperaban en el espacio que los servicios de seguridad habían acotado para la prensa.
Tras bajar las escaleras del edificio acompañada de su madre y de varios guardaespaldas subió a una camioneta negra con cristales tintados, parte de una caravana de vehículos similares que partió inmediatamente.
Kim Kardashian terminó cansada su declaración, como quedó en evidencia al pedir al presidente del tribunal que le dejara sentarse cuando llevaba más de cuatro horas relatando su "verdad" sobre lo que ocurrió en la madrugada del 3 de octubre de 2016, y respondiendo a las preguntas de los jueces, de la fiscal y de los abogados de las acusaciones y de la defensa de los acusados.
A unos pocos metros de ella, en la sala Voltaire, una de las de más solera del Palacio de Justicia, estuvieron los nueve hombres y la mujer que se sientan en el banquillo, acusados de haber participado en el robo de un botín de joyas valorado en unos 10 millones de dólares.
El juicio, que se inició el 28 de abril, va a prolongarse hasta el 23 de mayo cuando se conocerá la sentencia.
jk