El estreno de la segunda temporada de ‘Monstruos’ dirigida por Ryan Murphy ha sido polémica por el caso abordado sobre los hermanos Menéndez, pues incluso uno de los involucrados actualmente presos dio su opinión sobre la serie.
El más reciente proyecto televisivo de Netflix, está protagonizado por Nicolás Alexander Chaves y Cooper Koch, junto a Javier Bardem y Chloë Sevigny, quienes desempeñan el papel de padres.
¿Qué sucedió en el caso?
El 20 de agosto de 1989 en Beverly Hills, un acontecimiento atroz y trágico sacudió los Estados Unidos, pues Lyle y Erik Menéndez asesinaron a tiros a sus progenitores en la mansión familiar.
El arma fue una escopeta de calibre 12 y los hermanos trataron de planear una coartada asistiendo al cine y a un festival para pasar desapercibidos, sin embargo, el intento falló. Una llamada al 911 de Lyle no impidió que meses después fueran detenidos y en 1996 condenados a cadena perpetua por asesinato.
La cintas que lo cambiaron todo
Un elemento clave que cambiaría el destino de los acusados, fue una grabación realizada en secreto por su psicólogo, L. Jerome Oziel, en el que los actualmente presos confesaban.
Gracias a la revelación de Judalon Smith, amante del especialista, la policía tuvo acceso a las cintas en las que los hermanos admitían haber matado a sus padres. A pesar de la desesperación de proteger el privilegio de médico-paciente, el juez permitió que las cintas fueran utilizadas en el juicio.
La evidencia junto con la narrativa fiscal, describió a Lyle y a Erik como jóvenes mimados que buscaban heredar desesperadamente la fortuna familiar, cambiando el curso de sus vidas para siempre.
La defensa
Durante el juicio que ha sido uno de los más mediáticos de la televisión estadounidense, los hermanos abogaron que los hechos realizados fueron en defensa y bajo el hartazgo de una vida llena de abusos.
Según los acusados, ellos fueron abusados sexualmente durante su niñez por su padre, mientras que su madre sabía completamente lo que pasaba, dejando que la violencia siguiera el curso que estaba teniendo.
Finalmente, los hermanos Menéndez fueron declarados culpables de asesinato en primer grado y conspiración, pues el juez prohibió en gran parte el uso de las alegaciones de abuso.