Aunque Iván Femat La Mole, es conocido por la buena actitud que maneja en sus diversos proyectos, ha atravesado momentos difíciles que lo han confrontado con sensaciones no tan positivas, como el que relató recientemente en el podcast Conversaciones, que conducen Fernando Suarezserna y Adrián Marcelo.
A mitad de la charla, el comediante regio recordó que hace años, cuando trabajaba en el programa de radio Los Manríquez, una mañana se despertó y descubrió que entraron a robar su casa, hasta su carro se llevaron.
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¿Cómo fue el robo que sufrió La Mole?
Fematt recodó que esa ocasión “era una mañana así de martes, me acuerdo, iba a Los Manríquez, entraba a las 6 de la mañana y me levantaba a la 5”.
“Era de noche todavía, la casa abierta y la luz prendida. Para entrar a mi cuarto de aquella casa había otro cuarto, entonces en ese estaba la tele, un Xbox y tenía un clima de los viejos”, detalló.
Dentro de lo malo de esta situación, el humorista agradeció que “entraron, nos vieron dormidos y no nos despertaron. Una vecina me dijo ‘Yo a las 4:30 vi que arrancó tu carro y pensé que eras tú’”.
“Me acuerdo que fue uno de los meses más difíciles de mi vida porque tenía a las dos niñas recién nacidas, no tenía en qué moverme para ir a trabajar y eso de que tienes que ir a poner la denuncia”, reconoció.
“Estaba afuera de mi casa y me dieron ganas de llorar, llegó la policía y me dice ‘¿Y qué va a hacer joven?’ le dije ‘Pues aprender a andar en camión’”, agregó.
Afortunadamente, personas cercanas a él lo apoyaron en tan difícil momento: “Le agradezco a mi suegro que me prestó un carro que tenía por una semana. Luego el Moroco, su esposa, me prestó un Chevy. Y luego otra tía me estuvo prestando su carro los fines de semana para llevar a las niñas y comprar mandado”.
La Mole señaló que el seguro no quería pagarle el carro, “hasta que un día puse un tuit, llegó arriba con los gerentes y ya me depositaron. Dos veces los bancos me han pagado porque tuiteo”.
“Me lo pagaron, chequé el norte y me fui a comprar una camioneta. De ahí volví a valorar traer un mueble”.
Iván cerró su anécdota reflexionando que lo material viene y va, pero la tranquilidad es lo que les costó trabajo retomar: “Mi mujer durmió un mes con el sofá atravesado porque tenía miedo. (…) Lo más ojete es que se roben tu seguridad”.
hc