Actualmente, Linet Puente es conocida por su rol de conductor en el programa de espectáculos Ventaneando, donde comparte opiniones con iconos de la televisión como Pati Chapoy, Daniel Bisogno y Pedro Sola.
Pero antes de esta faceta la conductora tuvo que ‘picar piedra’ no solo en la televisión, también en otros trabajos, por ejemplo: en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), así lo contó en una entrevista con el youtuber Nayo Escobar.
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¿En qué trabajó Linet Puente antes de Ventaneando?
Primero, la presentadora recordó que llegó a la televisión porque, tras una prueba de cámara a la que fue invitada por Esteban Macías, “que salió fatal”, le pidió una oportunidad al director de producción de espectáculos, que era Alexis Lippert.
Él le respondió que sí podía quedarse, pero “no te puedo pagar y no sé hasta cuándo te puedo pagar, no sé si va a haber una plaza”. Esto Linet no lo tomó a mal y aceptó: “No importa, no tengo nada que perder”.
En ese entonces, ella trabajaba en el Instituto Politécnico Nacional: “Yo me pagué mi carrera porque mi papá se quedó sin trabajo y no podía costearla”, señaló.
“Yo trabajaba en el Poli, tenía una plaza administrativa y luego se hizo docente, y trabajaba y estudiaba; yo seguía trabajando y en TV Azteca, entonces ya me volvía loca… De ahí yo creo que aprendí a correr en la vida”, detalló.
Aunque esto no era lo único en su día a día, también era porrista en la Universidad Intercontinental (UI): “Estaba becada, tenía el 25 por ciento de beca académica y el 25 por ciento de beca deportiva”.
“A mí me gustó mucho la carrera de ciencias de comunicación cuando la vi y es una carrera que en las universidades públicas no era una carrera buena; estaba la carrera de periodismo, pero no era la que específicamente yo quería, yo quería tener un espectro más amplio porque me llamaba la atención la televisión más en una cuestión de producción. Por eso decidí entrar a la UI”.
Sobre su rutina en aquel entonces, recordó que iba a la universidad de 7 de la mañana a 2 de la tarde, “de 2 a 4 hacía el entrenamiento de porras, que éramos de competencia. Salía corriendo sudada y llegaba al Politécnico hasta las 4, ya tenían mi tarjeta lista para checar, me cambiaba, comía como podía y de 4 a 10 trabajaba”.
“A partir de que yo salía de trabajar, hacia mis trabajos, mis investigaciones y lo que me pedían de la universidad, porque estaba becada académicamente y tenía que mantener un promedio”.
Linet Puente reflexionó que esa rutina que vivió en esos años “me formó de una manera muy tremenda para lo que me venía después en la vida. Fue un entrenamiento de vida para después encargarme de mí”.
hc