Liza Baez no olvida el primer video que subió a TikTok: “Uno donde, jugando, le estoy echando agua a mi gatito”.
En ese entonces, durante la pandemia, ella veía la acción de grabarse con un celular como un hobbie, sin imaginar que pronto esto se convertiría en una forma de vida.
La creativa de 23 años, que la primera vez que decidió salir a cuadro fue haciendo un lyp sync “de un audio famoso”, actualmente es una referente para 10 millones de personas en la plataforma de videos cortos, esto gracias a su constancia, ingenio y, sobre todo, sinceridad.
- Te recomendamos Carlos Torres: "Expresamos nuestra cultura con la música regional" Música
“Trato de ser yo misma y no fingir nada, trato de ponerle amor, pasión y originalidad, siempre con un toque mío; la esencia es la naturalidad, ser más sencilla, transmitir buena vibra, una personalidad alegre”, dice Liza sobre el ‘corazón’ de sus contenidos en entrevista con MILENIO.
Su registro en TikTok ocurrió por sugerencia de una amiga y se quedó en la plataforma porque le gustó su vastedad de herramientas de edición.
“Estando en TikTok me contactaron de Kwai y me dijeron ‘¿Quieres pasarte a la plataforma para hacer videos?’, tenía que cumplir cierta cantidad y tiempo, y dependiendo de las vistas también pagaban. Entonces, empecé a subir y recibí mi primer pago como creadora, y eso me permitió pagarme mi universidad y seguir con mi carrera”, rememora Liza sobre el momento en que entendió que podía vivir de sus ideas.
Lo que siguió fue un ascenso que al momento no tiene tope: expandió sus contenidos a YouTube, donde también empezó a generar ingresos – ahí actualmente ostenta 10.3 millones de suscriptores –. Luego, su familia, que al principio no entendió eso de ser youtuber o tiktoker, se volcó para apoyarla. Y paulatinamente llegaron las marcas y campañas.
“Así me di cuenta que hay muchas maneras de monetizar en este mundo digital y lo empecé a tomar en serio, ya es un trabajo que me gusta bastante – comenta –. Si no te metes en lo digital, es poco probable que tengas éxito en cuestión de marcas, pues casi todas colaboran con influencers, tienen sus páginas para conectar con la audiencia”.
Aquí Baez hace un paréntesis para resaltar que se fija mucho en que lo que publicita “vaya acorde conmigo, con mi contenido y mis valores”.
Valores que trata de impregnar en sus seguidores: “No necesitas sacrificarte como persona para llegar a ser algo, tampoco necesitas mostrar tu cuerpo por vistas o likes”.
Aunque para alcanzar un impacto genuino en redes sí se requieren esfuerzos encaminados en las prioridades, y Liza comparte los suyos: “Antes me gustaba mucho jugar videojuegos y ahorita lo he dejado de hacer porque ya no me da el tiempo. Igual antes convivía un poco más con mi familia y ahorita, a pesar de que vivimos en la misma casa, no los veo muy seguido porque en mi habitación es donde hago todo. O hay amigos que me invitan a ir a lugares, con los que me encantaría salir, pero a veces no puedo por tener cosas que hacer”.
“También sacrificas mucho las horas de sueño, porque como yo grabo y edito todos mis videos, me consume un poco de tiempo la edición; a veces es pasar toda una noche para subir el video a tiempo”, añade.
Pero estos sacrificios, dotados de errores, cansancio y tal vez alguna que otra duda o decepción, valen la pena.
“Esto me ha ayudado a ser más sociable, a aprender muchas cosas, a perder el miedo a convivir, a conocer a más personas”, reflexiona Liza, que reconoce a los youtubers que despuntaron entre 2009 y 2011, “ninguno en específico”, como sus fuentes de inspiración.
Por último, la exitosa creadora de contenido que en sus videos cuenta aspectos personales con mucho humor, hace parodias y retos, colabora con otras celebridades de la red como Chingu Amiga y Susy Mouriz, y muestra sus curiosas andanzas por las oficinas de Google o por el festival EDC, dice que su objetivo es formar una comunidad sincera.
Y lo está logrando, para muestra una visita a sus redes: @liizabaez en Instagram; @liiza.baez en TikTok; y @LizaBaez en YouTube.
hc