Un día como hoy, 26 de abril, pero de hace 36 años, en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en la entonces Unión Soviética – actualmente en el norte de Ucrania –, ocurrió el mayor desastre nuclear de la historia, conocido como el accidente de Chernóbil, que afectó a miles de personas y dejó la zona inhabitable.
Aunque en la actualidad es posible adentrarse a este territorio, así lo demostró hace dos años Luisito Comunica a través de un par de videos en su cuenta de YouTube.
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“Todos hemos escuchado historias sobre Chernóbil, lugar que en 1986 mostraría al planeta entero con mucha evidencia lo peligrosa que puede ser la radiación. El accidente nuclear más destructivo de la historia hasta la fecha tiene consecuencias: miles de vidas cobradas, genética de familias enteras modificada, ecosistemas alterados y un hogar para decenas de miles arrebatado. La negligencia, combinada con falta de conocimiento, ocasionó que comunidades prometedoras en ascenso económico se convirtieran en escenas de una película de terror”, dijo el influencer como introducción a esta visita.
Luisito entró a la Zona de exclusión, que abarca “2 mil 600 kilómetros cuadrados”, gracias a un permiso especial otorgado por las autoridades encargadas del lugar.
“Te someten a unas pruebas de niveles de radiación antes, durante y después de tu visita. Por supuesto, se aseguran de que tengas más que claro que estás entrando bajo tu propio riesgo, cualquier cosa que te llegase a suceder es enteramente tu responsabilidad. Tramité mi permiso, conseguí a un par de locales expertos para guiarme a salvo ahí dentro y me preparé para una aventura más”.
Tras sortear varios puntos de seguridad, con pasaporte, permiso y contador de radiación a la mano, el creador de contenido explicó que le dieron un par de instrucciones previas: que no se puede tomar ningún elemento de la Zona de exclusión y que “si llegas a ver un policía o un militar, no le tomes una foto o no lo grabes”.
Luego, Luisito mostró el interior de una clínica: “Allá adentro encontramos una camilla de partos, un periódico muy antiguo en el cual supuestamente se publicaba la verdad, todos los objetos completamente reales de aquella época. (…) Realmente entrar a estos edificios puede ser algo peligroso porque se están cayendo, en cualquier momento esto podría colapsar”.
“Cientos de objetos y hogares amueblados dejados atrás, clara muestra de la velocidad con la que la gente tuvo que abandonar la ciudad. También me ha logrado impactar el crecimiento del ecosistema a raíz del abandono del ser humano. Dentro de tanto caos, no puedo evitar reflexionar sobre el poder de la naturaleza y lo fácil que se regenera si la dejamos de explotar, tal vez esa sea la batalla final en este planeta. ¿Quién durará más, el hombre o la naturaleza?”.
Hc