Mario Almada fue un actor que se volvió legendario debido a su rol como justiciero en decenas de películas. Y aprovechando que este jueves celebraría 99 años (nació el 7 de enero de 1922), vale la pena recordar su trayectoria y, sobre todo, conocer cómo se veía de joven.
Madre Querida (1935) fue la primera de cientos de cintas en las que participó el originario de Huatabampo, Sonora; la mayoría de sus trabajos, en los que solía interpretar a un pistolero que imponía la ley, tuvieron temáticas de western (viejo oeste) y de narcotráfico.
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Destaca que junto a su hermano, Fernando Almada, forjó una de las duplas más icónicas del cine mexicano de serie B.
Todo por Nada (1968), El Tunco Maclovio (1969), Los doce malditos (1972), La Isla de los hombres solos (1973) y El Arracadas (1977), al lado del cantante Vicente Fernández, fueron algunos de los trabajos más destacados de su carrera.
Y en relación con el narcotráfico, realizó producciones como La banda del carro rojo (1978) y La Camioneta gris (1990) - inspiradas en temas musicales del grupo Los Tigres del Norte -, así como Los desalmados (1970), Cazador de asesinos (1983) y El Infierno (2010).
Además, fue reconocido en 2013 por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas con el Ariel de oro por su trayectoria, y durante su carrera obtuvo también los premios al Mejor Actor en dos ocasiones (1984 y 1987), Revelación del Año en 1968 y Mejor Actor Coprotagonista (1969).
Y aunque por lo regular se le recuerda con un rostro entrado en años, alguna vez fue un muchacho que no fruncía el ceño al enfrentar enemigos; así lo demuestra un retrato que forma parte del archivo del sitio IMDb.
yhc