Mauricio Barcelata reveló los complicados momentos que vivió antes de alcanzar la fama. El conductor, quien actualmente está al frente del reality Guerreros junto a Tania Rincón, relató que para pagar sus estudios de actuación tuvo que trabajar de taxista, al mismo tiempo consiguió un empleo en el que debía negociar el precio de los mariscos en alta mar para después revenderlos en la costa.
El conductor estuvo como invitado en el programa Faisy Nights donde contó que cuando tenía 12 años decidió que quería dedicarse al medio del espectáculo. Fue entonces que piso su primer escenario como cantante de un grupo coreográfico vocal, el cual se llamaba Cometa.
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"No sabía que me iba a gustar tanto en ese entonces. Resulta que nos escucha un famoso productor de aquel momento, de los 80, esto fue en 1982. Un productor que se llamaba Bebu Silvetti, él inclusive le produce a Luis Miguel, y nos trae a Ciudad de México a grabar un disco", comentó.
Mauricio Barcelata señaló que trabajó en ese grupo durante algún tiempo, pero su carrera no despegó, por lo que debió dedicar a otros ámbitos con el propósito de ahorrar dinero suficiente para regresar a la Ciudad de México y continuar con su preparación.
Fue entonces que comenzó a laborar de taxista. "Era bueno manejando y bueno para la convivencia, pero no me salía para lo que yo realmente quería que era juntar dinero lo más rápido posible para venirme a México a vivir", dijo.
Más adelante, señaló que también trabajó de guatero, es decir, una persona que recorre los barcos en alta mar para negociar el precio de los camarones.
"Negocias, vas, compras tal. Te llenan la lancha con un fuera de borda, un motorcito fuera de borda, regresas y la neta que pasas sin que entre a la cooperativa. Ahí sale más barato, y de ahí empezó a salir porque llegábamos a la pescadería y empacábamos el camarón, lo guardábamos como en tabletitas...", mencionó.
Su ingreso al CEA
Finalmente, Mauricio Barcelata llega a la Ciudad de México y entra al Centro de Educación Artística de Televisa (CEA). Durante los primeros meses el conductor durmió en los foros debido a que no contaba con el suficiente capital para rentar un cuarto.
"Nunca me cacharon... Hace muchos años en el edificio de producción, hasta arriba ahí sólo había un salón, que era el salón del CEA , el ocho, y el foro. Me clavaba en el salón ocho y ponía las colchonetas de los ejercicios en la escuela. Nadie sabía. De repente entraban los amigos de seguridad, abrían la puerta, veían, se asomaban no había nadie y cerraban la puerta. Me esperaba hasta que pasaran", dijo.
Y añadió: "Antes el comedor estaba en ese mismo edificio y había opulencia en todos lugares, teníamos pan gratis. Había un bar, yo no le llegaba porque no tenía ni con que envenenarme".
amt