El momento más triste en la vida de María Félix, la gran diva del cine mexicano, tuvo lugar el de 24 de mayo de 1996 cuando su único hijo, Enrique Álvarez Félix, falleció debido a un infarto.
Luis Martínez de Anda, heredero universal de la diva del cine mexicano, recordó cómo se enteró La Doña de la muerte de su vástago en una entrevista que le realizó en 2020 el canal de YouTube María Félix Vlogs, dedicado a dar a conocer el legado histórico de la legendaria actriz.
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Aunque primero Martínez de Anda contó que María y Enrique se llevaban muy bien: “Le daba la bendición, lo vi con mucho amor y cariño, admiración del uno para el otro. Él admiraba mucho a su mama, la quería mucho, y ella con él también le tenía mucho amor”.
Luego, el heredero universal aseguró que a La Doña“le dolió mucho la pérdida de su hijo, claro que le dolió mucho. Era muy fuerte, pero le pesó mucho esa noticia, el no tener ya a su único hijo le pesó bastante”.
Y contó cómo le dieron esta triste noticia a la famosa: “Entiendo que fue el señor Ernesto Alonso el que hizo la llamada porque La Doña estaba en París, una llamada para darle la mala noticia. Me imagino que en ese momento se derrumbó e hizo los preparativos para regresar a México y obviamente estar con su hijo”.
“A mediodía ya estábamos preparando la casa para recibirla; a pesar del dolor que se le notaba en la voz, se notaba una voz que estaba sufriendo, no dejaba de dar indicaciones”, agregó.
Luis recordó que los amigos de la actriz la fueron a recibir al aeropuerto y de ahí la acompañaron a la funeraria: “En ese momento estaba rodeada de sus amigos, fueron como dos semanas que estuvo saliendo para hacer más llevadera la situación, la llevaban a cenar todos los días, la acompañaban para que no estuviera tan sola, pero se notaba en su privacidad que le pesaba”.
Asimismo, dijo que, tras la muerte de su hijo, María Félix tomó “como terapia” arreglar la casa que tenía en Cuernavaca.
Sobre qué ocurrió con las pertenencias de Enrique, el heredero universal reveló: “Algunas las tomo para su casa México y Cuernavaca, y lo demás lo vendió”.
hc