Fernando del Solar murió a los 49 años después de que por varios años su estado de salud se deteriorara y aunque por ahora se desconoce la causa de su fallecimiento, durante mucho tiempo el conductor se mostró positivo, pero durante los primeros años tras su diagnóstico de cáncer, atravesó por unas crisis que perjudico su salud e incluso los doctores pensaron que moriría, sobre todo después de que estuvo en coma.
En una entrevista con Adela Micha, el argentino recordó una de las ocasiones en las que estuvo hospitalizado después de sufrir un paro cardiorrespiratorio, lo que ocasionó que estuviera 10 días en coma. Este panorama hizo que los doctores le mencionaran a la familia del conductor que probablemente perdería la vida.
“Estuvo fuerte porque estuve diez días en coma. El doctor le dijo a mi mamá: ‘señora, no hay nada que hacer’. Trataron de pulsarme el pulmón para sacar líquido, pensando que estaba lleno de líquido y así pudiera respirar porque tuve un paro cardiorrespiratorio. Trataron de entrar al pulmón y no se podía, se dan cuenta que está completamente invadido, cierran y le dicen: ‘Señora, si fuese mi hijo yo lo desconecto’”.
Fernando del Solar dijo que ese momento fue muy duro para su familia, en especial para su mamá, quien tomó la decisión de no desconectarlo.
“Mi mamá agarrándose los ovarios en ese momento y le dijo al doctor: ‘Aquí va a ocurrir un milagro. Lo podemos dejar conectado’. Pasaron uno, dos y al décimo día este corazón quería vivir y regreso”.
En otra entrevista, Fernando del Solar contó que el tiempo que estuvo en coma aparentemente pudo hablar con Dios, quien le dijo que aún no era su tiempo de morir.
“’Jefe, ¿por qué estoy aquí? ¿A caso no me quieres?’ y entonces me dice: 'Fer, ¿no te has dado cuenta que eres uno de los seres que más amo?’ y yo le dije: ‘No te creo, acabo de perder mi salud, mi familia, a mi abuela, la fe, mi trabajo. No me vengas con esas cosas’ y me dicen que lo único a lo que venimos es a aprender, a compartir o que si era el mismo desde que me diagnosticaron cáncer hasta hoy. Y le digo: ‘no, no soy el mismo’. Le dije que me quedaba ahí, que me encantaba ese lugar y me dice: ‘no, todavía no es tu tiempo’ y me pongo a negociar, que si me iba a regresar no me volviera a doler y no sufriera”.
Una vez que despertó del coma, le hicieron un estudio en el que le descubrieron que durante el tiempo que estuvo en coma el tumor que tenía había reducido su tamaño en un ochenta por ciento.
PJG