Cepillín murió hace un año y aún muchos recuerdan las anécdotas que vivieron con el payasito de la televisión, entre ellos Óscar Burgos, quien recientemente contó que en una ocasión tuvo un malentendido con Ricardo González, nombre real de Cepillín.
En un video que subió a su canal de YouTube, Óscar Burgos recordó cuando se peleó con Cepillín y que incluso llegaron a los golpes. De acuerdo con lo que dijo el comediante, todo sucedió cuando Ricardo González formaba parte de la mesa directiva de la ANDA.
Óscar Burgos se enteró de la muerte de César San Miguel, integrante de Witchy Band de Monterrey, quien al no dejar una carta responsiva, la ANDA no podía entregarle a su viuda lo que le correspondía, es por eso que Burgos decidió hablar con Cepillín y visitarlo en su casa.
“Él como siempre buen cuate me recibió en su casa, comenzamos a cotorrear, serían como las 3 de la tarde. A las 10 de la noche habían llegado unos amigos de él, eran unos toreros y yo había empezado a tomar jarra, tomaba mucho y empezaba a cagar… y ese día no fue la excepción y no sé qué tantas pendeja… dije, pero Ricardo ya estaba hasta la madre de mí”.
Debido a que estaba muy tomado y algo drogado, Óscar Burgos ofendió a Cepillín y como era de esperarse, Ricardo González se defendió.
“Como a las 12 de noche empezó a contar unas anécdotas, pero yo sentía, quizá era mi alcoholismo, quera muy yo, yo, yo. Y a Ricardo le gustaba mucho hablar y yo le dije: ‘Ya, puro yo. No mam….’ Y él me dijo: ‘¿Por qué me dice no mam… en mi casa? Me callas’ y al final le dije: ‘Ching… tu madre’”.
Óscar Burgos reaccionó y le tiró un golpe al payasito y debido a que los toreros estaban ahí no dudaron en defender a Cepillín.
“Y él que se deja venir a los madrazos, que me pega el primero en la cara. Era un tipo delgado, muy alto y sabía tirar madrazos, pero quizá por su misma complexión, sí sentí el puta…, pero no me noqueó y luego me tiró otro chingadazo. Total que dije: ‘¿Ya va en serio?’ y que le meto un madrazo, se lo tiro a la cara, pero le cayó en el cuello y que se me dejan venir todos los toreros. Me pusieron una putiz…”.
Fue gracias al jardinero que trabajaba en la casa de Cepillín que el comediante pudo salir. Óscar Burgos dejo por la paz el tema y no volvió a coincidir con el payaso hasta muchos años después.
“De repente no sé cómo estaba en el patio, llega el jardinero y me dice: ‘Váyase. Ya tengo las llaves de su carro puestas, el carro está encendido. Corra’”. El señor fue por una pistola y que salgo y que me subo al carro, a la chingad…”.
Años después, Cepillín y Óscar Burgos se encontraron en un evento. El comediante pensó que el payasito de la televisión le reclamaría por lo que pasó tiempo atrás, pero se llevó una gran sorpresa.
“Me dan un programa El club, empieza a tener mucho éxito y él veía el programa. Habían pasado 10 años de los madrazos (…), estábamos en la inauguración de un salón (…), estaba todo mi equipo de El Club y veo que viene Cepillín con sus dos hijos, a los que quiero mucho, y vienen los tres y dije ya valió. Llegan los Cepillines y me dice de frente: ‘¿Qué onda, Óscar? ¿Por qué no me has invitado a tu programa?’. Lo de los madrazos se le olvidó o no sé y le digo: ‘Mañana, ve con tus hijos’. Me empieza a dar consejos chingones porque sabía de tele y comedia”.
Óscar Burgos dijo que la relación con Cepillín fue muy buen y que sentía un gran aprecio por él, ya que incluso cuando hace dos años surgió una polémica relacionada con Karla Panini y Karla Luna, el payaso lo defendió. Y al borde del llanto, recordó a Ricardo González y le agradeció por lo consejos y las vivencias que tuvieron juntos.
“Luego viene la pandemia que se arma un pleitazo con Karla Luna, Karla Panini y estábamos en los noticieros de espectáculos. Veo en la televisión que sale Cepillín hablando de mí, que soy un buen hombre, no se vale que lo estén atacando y me defiende a nivel nacional. Le marco y me empieza a decir cosas tan bonitas. Lloro porque ya no está y quisiera abrazarlo y darle las gracias de todos los consejos que siempre me dio, en su momento lo hice y antes de que muriera le hablé, lo vi en persona, lo abracé y le dije cuanto lo quería. Me dio muchos bonitos consejos cuando le di las gracias por haberme defendido y siempre lo voy a recordar con mucho cariño”.
PJG