Pablo Lyle tendrá que pagar nuevamente una fianza para poder acceder a la libertad condicional, así lo determinó una jueza de Miami, que rechazó el jueves el alegato de dificultades económicas del actor mexicano y renovó una fianza monetaria que se había fijado anteriormente para Lyle, acusado hace tres años de homicidio tras un incidente vehicular.
“Esta corte respetuosamente va a fijar una fianza como fue originalmente fijada en 2020 por el juez (Alan) Fine en 2020 y va a ser una fianza de 50.000 dólares con (un monitor electrónico de) GPS”, declaró la jueza Diana Vizcaino tras escuchar el pedido de los abogados de Lyle para que se modificaran las condiciones de su libertad condicional.
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“Entiendo que una nueva fianza deberá ser depositada, como estipulan legalmente los estatutos estatales”, dijo la magistrada tras recordar que la fianza vigente vence el viernes 8 de abril.
La decisión de la jueza, tomada en una audiencia transmitida por Zoom a la que Lyle debió asistir en persona, representa un revés para el actor, que primero pidió que se dejara vencer la fianza y luego ofreció depositar el dinero en una cuenta bancaria a manera de garantía para que de allí lo cobrara la corte en caso de que huyera del país, en lugar de tener que pagárselo a un garante desconocido que determinan las autoridades.
La fiscalía expresó que aunque Lyle había cumplido hasta ahora las condiciones de su libertad condicional bajo fianza, no había razones para cambiar las condiciones.
En la breve audiencia realizada en los tribunales estatales de Miami, Lyle no hizo declaraciones.
El actor enfrenta cargos de homicidio por un incidente vehicular sucedido en marzo de 2019, cuando su cuñado lo trasladaba a él, su esposa y sus dos hijos al aeropuerto, y su automóvil se cruzó con el de Juan Ricardo Hernández, un cubano de 63 años al que Lyle golpeó en el rostro y que falleció pocos días después en un hospital a causa de una lesión cerebral.
Lyle ha dicho que actuó en defensa propia porque temía que el cubano lo atacara con un arma. Esos alegatos, sin embargo, fueron desechados por otro juez y por una corte de mayor jerarquía, que devolvió el caso al tribunal de Miami para que vaya a juicio.
En la audiencia de menos de 10 minutos, su abogado Bruce Lehr le aseguró a la jueza que Lyle no planea irse de Miami y le recordó que a pocos días del incidente viajó a México con autorización de un juez y regresó al sur de la Florida cuando le solicitaron que volviera.
Lehr explicó que su cliente no trabaja desde que empezó el proceso judicial hace tres años, y dijo que las partes están en negociaciones para alcanzar un acuerdo en la demanda civil por daños y perjuicios, para lo que están pagando a un mediador. Le recordó también que lleva un monitor electrónico que le permite a las autoridades conocer dónde está en cualquier momento.
“Cada dólar cuenta”, dijo el abogado. “Él ha estado aquí estos tres años, básicamente sin poder trabajar porque tiene visa de turista, y sin poder regresar a su casa” en México.
Pero los fiscales le dijeron a la jueza que Lyle no debía tener privilegios.
“La posición del estado es que este acusado no debería ser tratado de ninguna otra manera diferente que cualquier otro acusado normal", expresó el fiscal Shawn Abuhoff cuando la jueza le pidió su opinión. “Pensamos que él debe enfrentar una nueva fianza, como cualquier otro acusado tendría que hacer”.
De acuerdo con imágenes de videos de seguridad del incidente, cuando el auto en el que viajaba Lyle se cruzó con el de Hernández, el cubano se bajó de su automóvil en un semáforo en rojo y se acercó a la ventanilla del vehículo del actor para reclamar que le habían cerrado el paso. El cuñado de Lyle bajó de su auto y discutió con Hernández, pero cuando vio que su vehículo se movía, se devolvió.
Lyle, que permanecía en el asiento de acompañante, bajó, corrió hacia Hernández y le dio un puñetazo en el rostro, según esas imágenes.
Hernández quedó solo, tendido en el piso, mientras el vehículo de Lyle y su familia se alejaba. Unas horas después, el actor fue detenido en el aeropuerto de Miami mientras se disponía a viajar a México.
Cuatro días después, Hernández falleció en un hospital por una lesión cerebral causada por el traumatismo.
PJG