Paul Stanley recordó los pasajes más difíciles de su infancia y adolescencia, la cual estuvo marcada por el asesinato de su padre, el conductor Paco Stanley. El actor mencionó que en su niñez fue muy introvertido y vivía en su propio mundo, además reveló que durante este periodo lidió con un trastorno alimenticio.
En una entrevista para el canal de YouTube de Yordi Rosado, el conductor de Miembros al aire comentó que cuando fue niño sufrió de obesidad: "Era un niño con sobrepeso muy c*br*n, tanto que de los 10 a los 12 años me hacen estudios y me descubren como 400 de colesterol", dijo.
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Debido a sus problemas de alimentación los médicos le recomendaron seguir una dieta libre de carne y lácteos. Stanley señaló que dicha situación era producto de la ansiedad que padecía, pues fue en estos años que experimentó una sensación de extrema soledad.
"Siempre me ponía a escuchar los poemas de mi papá, luego me ponía a llorar y sentía una soledad muy fuerte de niño. En la secundaria, gracias a Dios, descubrí a la mujeres, que me encanta todo eso (...) y entonces encuentras otro sentido a la vida".
Paul Stanley comparte que sufrió bulimia
El actor señaló que su alto consumo de alimentos se volvió una condición "preocupante". Indicó que derivado de su sobrepeso desarrolló bulimia, un trastorno de la conducta alimentaria.
"Me hice bulímico, todo lo que comía lo vomitaba. Ya ahorita ya se me olvidó, pero me hice bulímico", agregó. "Un día fui a dar al hospital, me quedé internado como dos días, me hicieron una endoscopia y llegaron los doctores y (decían): '¿qué le pasa?'".
El presentador contó que le hicieron varios estudios médicos: "Y yo sabía lo que tenía, yo iba y vomitaba todo porque bajé así de peso, muy rápido y me sentí muy mal".
Y agregó entre risas: "Como que hago una presión en el estómago y luego luego me puedo provocar el vómito. Luego ya era hasta broma entre mis cuates (...) Era como truco de magia, el vomitrón".
Más adelante, el conductor relató una experiencia que tuvo cuando no lo dejaron a él y a sus amigos entrar a una fiesta, por lo que comenzó a discutir con el anfitrión de la celebración, un conflicto que terminó siendo una divertida anécdota.
"No nos dejaron entrar a una fiesta y sale un güey bien ped*r*: 'no m*m*s, mi fiesta', 'cálmate c*br*n', entonces ya se pone muy agresivo, entonces me pongo agresivo con él y ya el güey agarró y se encerró en un carro, y le dije: 'ah, no lo vas a abrir', y... (vomitó el carro), saqué mi poder, todo el parabrisas guacareado".
amt