A lo largo de la historia de la televisión mexicana han existido nombres que se han logrado quedar para siempre en el corazón del público y uno de los más queridos ha sido Ramón Valdés, mejor conocido como Don Ramón, entrañable personaje de El Chavo del Ocho.
Y es que, todos recordamos su icónica vestimenta, portando esos jeans de mezclilla, la playera deslavada en color negro, sus tenis y su clásico gorrito. Sin duda, uno de los personajes más chistosos y carismáticos de la televisión, pero su realidad no estaba tan alejada de lo que veíamos en la pantalla chica.
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Don Ramón debía la renta en la vida real
Pocos saben más allá de Ramón Valdés, es por eso que uno de sus 10 hijos, Esteban Valdés, habló de los secretos mejor guardados de su padre, revelando lo que el actor vivía día con día, fuera de los sets de grabación.
Su hijo mencionó que el personaje como la persona de Ramón Valdés eran casi idénticos ya que Ramón no pasaba por maquillaje o algo parecido. Así como salía de su casa, así regresaba.
"El Don Ramón de la tele era idéntico a Ramón Valdés de la vida real. Todo lo que mi papá vivió y sufrió dentro de la vecindad, lo vivimos en la vida real. Tal y como mi papá llegaba a la vecindad. Mi papá salía con sus jeans, sus tenis, su camiseta y su gorrito para trabajar; no pasaba por maquillaje ni por caracterización, no necesitaba un disfraz", reveló.
Como se muestra en el programa, Ramón Valdés se veía en la necesidad de desempeñar múltiples oficios para poder sobrevivir, pero lo que más llama la atención es que al igual que en El Chavo del Ocho, Ramón también debía la renta en la vida real para evitar ser desalojado.
"Mi papá vivió de cocinar y vender comida, pintar casas, de cortar el cabello y también debía la renta. La pasamos muy mal en muchas ocasiones. Llegaban los abogados y como no tenía para pagar la renta, había dos opciones: o desalojo o los muebles que teníamos en la casa se los llevaban", continuó.
Así se mantuvo bastante tiempo. Incluso, si no lograba acumular ese dinero, él y su familia salían a buscar otro ligar donde vivir, llegando a lugares llenos de ratas.
"Mi papá era chofer de Tin Tan, era vendedor de comida, de vez en cuando hacía una película con su hermano, con Cantinflas o Pedro Infante, pero no era su medio de vida. Cuando nos sacaban de una casa, nos íbamos a otra, pero no por ricos sino por pobres", finalizó.
Mira aquí la entrevista:
DAG