Irma Serrano, mejor conocida como La Tigresa, siempre supo que quería ser artista. A los 14 años dejó su natal Chiapas para mudarse a la Ciudad de México, donde viviría en casa de su prima, la escritora Rosario Castellanos, por un tiempo. Gracias a sus conexiones con otras personalidades del medio artístico no tardó en tener su primera oportunidad en la industria.
En poco tiempo, la cantante se convertirá en una de las celebridades más reconocidas de México, esto le llevó a ocupar un puesto en las altas esferas, en donde coincidió con Raúl Velasco; sin embargo, en la cúspide de su fama el presentador y la actriz tuvieron un desencuentro que terminó en amenazas con tigres.
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Durante la década de 1960, Irma Serrano invitó al conductor de Siempre en domingo y a un productor de Televisa a comer en su mansión.
Aquella tarde, La Tigresa -quien se caracterizó por tener una vida llena de lujos y excentricidades- les hizo un recorrido por su espléndida residencia, en la que tenía un enorme piano, objetos relacionados con el vudú e, incluso, una cama que se dice perteneció al emperador Maximiliano.
Raúl Velasco contó todo sobre su desencuentro con 'La Tigresa'
Según contó el propio Raúl Velasco en el programa Historias engarzadas, al final de la tarde le informó a la actriz que se tenía que marchar, ya que tenía una serie de compromisos laborales, pero "La Tigresa se esmeró en impedirlo como sólo ella sabe hacerlo".
"Entonces como a las 4, dije: 'yo me voy porque tengo que chambear', le digo a Mario: 'ya me voy', (el productor le respondió) 'ni lo digas, no te va a dejar y se va a enojar. Esta vieja enojada es terrible'", contó el conductor.
Pese a la advertencia del productor, Velasco no se dejó intimidar y comenzó a despedir. Entonces, la Tigresa ya se había preparado y le anunció que había mandado a soltar sus tigres.
"A mí me vale, yo me voy a trabajar, entonces me fui, le dije: 'Irma ya me voy a chambear, muchas gracias por su hospitalidad, está muy linda' (la actriz le dijo) 'te vas, te ibas cabr*n, ¿cómo que te ibas? Ya mandé a soltar el tigre, entonces si tú te me apareces por esa puerta, te come el tigre'".
En esa mismo programa, Irma Serrano reconoció entre risas que liberar a sus tigres era uno de sus métodos para evitar que sus invitados se fueran de su mansión.
"Mientras yo estaba contenta no quería que se fuera nadie. Tenía dos tigres entonces y los soltaba".
amt