Robert Downey Jr. es en la actualidad uno de los actores mejor pagados del cine, sin embargo en la década de los noventas, fue más conocido por ser el ‘chico malo de Hollywood’. Su constante relación con el alcohol, las drogas y las detenciones policiales, fueron su distintivo. Lo surreal tras esta constante de muchas estrellas, es lo profundamente ligado a las adicciones y la filosofía de su padre, o ¿cuál sería el impacto de un niño que recibe su primer cigarro de mariguana a los seis años de edad de manos de su padre?
Liberal, disruptivo, rebelde y revolucionario, el cineasta independiente Robert Downey veía la vida diferente, incluso la relación con su hijo era más abierta que una familia común.
“Sabía que no éramos una familia normal”, relata el protagonista de Iron Man.
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Cuando era solo un niño, también era llevado a cines de clasificación para adultos, porque para Robert padre era normal mostrar el cine en toda su expresión.
Para el nominado al Oscar por Chaplin, la relación fue complicada con su padre porque él siempre estaba inmerso en “buscar la inspiración” y él era parte de esa aventura.
“Las películas nos unían”... también reconocería en una vieja entrevista que las drogas también serían un vínculo.
La compleja relación se ubica bajo una extensa reflexión en el documental Sr. de Netflix, un trabajo que retrata la vida de Robert padre, la relación con su hijo y los últimos días del artista, fallecido en 2021 a causa del Parkinson.
“Casi una contemplación de la muerte” detalla Downey Jr. sobre este trabajo.
Downey debuta en el cine y en las drogas a los 6 años
“Era un artista natural”, señaló el cineasta sobre su hijo que debutó en el cine a los cinco años en Pound. Tanto el pequeño Robert como su madre, Elsie, trabajaron con Downey Sr.
“Me sentía la criatura más presumida del cine” confiesa Downey Jr.
La debacle del cineasta llega tras el trabajo de 1975 Two Tons of Turquise to Toas Tonight, “luego todo se vendría abajo” relata el creador, quién se sumergió en las drogas por una década y media, lo que derivó en el posterior divorcio de Elsie Downey.
“No tenía sus metas claras y lo justificaba con el consumo de drogas. Se encerró en el sótano con el editor durante dos años… todos sabíamos lo que pasaba”.
Es en este periodo donde surge la anécdota que Downey padre ha reconocido, en donde al descubrir que su pequeño estaba tomando un trago de alcohol, teniendo entre seis y ocho años, su padre le dio una fumada de mariguana.
“Muchos consumíamos drogas y pensábamos que era hipócrita no dejar que nuestros hijos lo hicieran; fue una tontería compartir eso con nuestros hijos”.
Robert Downey llora ante los últimos días de su padre
Allyson, la hermana mayor de Downey Jr. asegura que su padre ha hecho las paces con los errores de su pasado, sin embargo la fuerte conexión entre los dos Roberts tiene una fisura que se reflejó en los años crudos de la actual estrella de Hollywood.
Por un par de momentos, en el documental, el hijo intenta acercarse a esa influencia con su padre:
“Quisiera evitar ese tipo de discusiones”, dice el viejo hombre cansado por el Parkinson mientras su descendiente sonríe.
Junior dice que el duro y directo acercamiento a la oscuridad de la mano de su padre lo dejó maltrecho, pero no roto, lo más importante es que nunca dejó de amar y admirar a su padre, por ello no le piensa reclamar, reconoce.
“No quiero hacer algo incorrecto”, señala en el fin del trabajo cinematográfico que inició como un reconocimiento de la vida de su padre y que terminó siendo una ‘contemplación de la muerte’.
“Estamos aquí, hacemos cosas y nos vamos. Y yo lo amo por lo que hizo y por lo que no hizo”.
grb