Para llegar a su estatus actual como un actor exitoso, Rodrigo Cachero tuvo que atravesar una infancia dolorosa, principalmente por el abandono de su padre, así lo reveló el famoso en una entrevista con la psicóloga y youtuber Silvia Olmedo.
En la charla, el actor recordó que “a los 8 años mi papá, español, se fue por refrescos y no regresó. Y a los 11 años mi mamá se casó con un señor, que yo no le caí muy bien, y pues se fue con el señor y yo me quedé con mis abuelos”.
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“A muy temprana edad me quedé con una ausencia de padre y madre que me marcó de alguna manera y fue creando este corazón duro, rancio, que se fue moldeando hacia el rencor, hasta que a los 20, 21 lo tuve que hablar con los dos porque si no iba a generar una persona agresiva, violenta, enojada y amargada con la vida”, detalló.
Sobre qué sintió en esa etapa de su vida, Rodrigo dijo que “culpa. Lo que experimente fue '¿Qué hice para que me dejara?', no comprendes las relaciones entre adultos, sientes que tu padre se fue porque algo hicieron mal tu madre y tú. Y también adopté el rol paterno porque mi mamá se quedó triste y desolada, y en ese momento el niño de 8 años tuvo que crecer y consolar a la mamá todos los días, sin entender qué estaba pasando”.
“Sí generas un sentimiento de agresión hacia tu progenitor que es sumamente fuerte”, confesó.
Asimismo, Cachero señaló que a los 20 años “lo fui a buscar a Sevilla”, algo que resultó “difícil, pero era una búsqueda que tenía que cerrar porque no hubo mails, correos, llamadas, telegramas. Entonces, quería saber cómo un ser humano puede engendrar un hijo, estar con él 8 años y luego irse con la mano en la cintura”.
“Lo busqué, di con el teléfono de mi tía en Sevilla, me dio su teléfono, le hablé y le dije que lo quería conocer”, añadió.
Su papá aceptó la petición y Rodrigo viajó a España: “Llego a Sevilla y me dice que cuando esté más grande me va a explicar la situación, que lo comprendiera… Opté por conocer a ese ser humano, por entenderlo y sanar heridas en lugar de estarle recriminando años más”.
“Llegué al aeropuerto y cuando se abrieron las puertas mi papá, nada güey, le habló a su hermana, a su hermano, y a mi abuela, me recibieron 17 personas. Me sentí como el hijo prodigo retornado al hogar, y nada tonto porque sabía que no le podía reclamar enfrente de tanta familia. Hasta el día siguiente que nos quedamos solos ahí solté todo lo que traía durante lustros”, rememoró.
Respecto a qué le dijo su papá en esa charla íntima, Rodrigo comentó: “No sabía qué contestar, tenía pena, vergüenza, se intentó justificar, que había hecho cosas indebidas con un banco, que lo estaban buscando, que lo mejor era irse, pero fueron muchos años. Tenía miedo de que si le escribía (a su mamá) dieran con su paradero; ya había estado en la cárcel en Madrid, en Sevilla y en Cuernavaca, una fichita”.
Tras este reencuentro, el actor procuró visitar a su padre constantemente; destaca que su progenitor murió hace 5 años.
“Creo que su forma, su vida, su preparación, su niñez, la muerte de mi abuelo, el que haya crecido en las calles haciendo tranzas y negocios turbios, nadie le enseñó a ser pareja ni papá, creo que hasta ahí le alcanzó. No lo culpo, no supo cómo ser esposo y papá”, dijo Rodrigo.
hc