El nombre de Carlos Carrasco tal vez no genere muchas reacciones, pero saber así se llama el actor que interpretó a Popeye en Sangre por sangre puede que provoque mayor emoción entre los fans de esta película que se estrenó en 1993 y 30 años después es considerada de culto.
Por el impacto de esta cinta ambientada entre las pandillas de Los Ángeles, Carlos acudió a una entrevista con el youtuber Gusgri.
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Primero, el actor contó cómo llegó a Estados Unidos procedente de Panamá: “Estudiando teatro vine a los Estados Unidos becado porque me salió una beca en una universidad privada por acá y así empezó toda la cosa. Estuve en la universidad seis años antes de por fin sacar la visa de residente, mudarme a Nueva York a iniciar la carrera de actor y estuve ahí más de una década haciendo mucho teatro”.
“Yo ya estaba llegando a una edad un poquito mayorcita y decidí que era tiempo de tomar la aventura, ir a buscar el cine, y me mudé a Los Ángeles. Entonces, llegando afortunadamente me fue muy bien y empecé inmediatamente a trabajar en cine y televisión, y como a los dos años me cayó Sangre por sangre”, recordó.
Carlos dijo que la película “tenía varios años de estar desarrollándose, eso es algo que ocurre muy a menudo; la gente cuando ve una película piensa ‘Qué maravilloso, esto lo inventaron el mes pasado’ y no es cierto, a menudo toma años que un guion llegue a la pantalla. En el caso de esta película, era originalmente un tratamiento que había estado circulando por Hollywood y por distintos escritores”.
“Los actores son lo último que llega; primero el concepto, elaborar el guion, los fondos, se va a armando la producción, las locaciones, y cuando los actores llegan el tema está casi completamente planchado”, añadió.
Asimismo, reveló que la primera vez que le ofrecieron el papel de Popeye “lo rechacé, yo no lo quería hacer, me mandaron el guion, me puse a leerlo y dije ‘Esto qué es’, en ese tiempo estaba en una onda política… Yo siempre he tenido un deseo de buscar mejor representación, mejores oportunidades para el talento latino, porque uno se cansa de ver las representaciones de los latinos que siempre son los malos, las mujeres siempre son las prostitutas. Yo estaba bastante harto de ese tipo de cosas. (…) No es justo que esa sea la imagen que se le proyecta al público en general”.
El actor también contó que Sangre por sangre fue un fracaso en taquilla, “no hizo nada, entonces el estudio la abandonó. Y toda la popularidad y el énfasis que sigue generando la película viene de la comunidad, porque la comunidad latina por fin la encontró, la gente empezó a verla en video, a compartirla, a apoyarla”.
hc