Sellan Enrique y Meghan historia de amor real

Los matrimonios de la nobleza rescatan arquetipos universales y el triunfo del amor, además evidencian la evasión de los problemas en el mundo.

La nueva pareja real: Meghan Markle y el Príncipe Harry (Reuters).
Eduardo Gutiérrez Segura
Ciudad de México /

La boda real de hoy, entre la señorita (como se refiere a ella el Palacio de Kensington) Meghan Markle y el príncipe Enrique de Gales, recuerda el furor que generan en el mundo los matrimonios de la Casa de Windsor, cada uno ha marcado hitos, como el de Isabel II y Felipe de Edimburgo, Lady Di y Carlos, príncipe de Gales, y Catalina y Guillermo, actuales duques de Cambridge.

Pero, ¿qué provoca tal interés en la unión de una pareja como la de Markle y el sexto heredero en línea directa a la corona del Reino Unido o en la de su parentela? Quizás sean los arquetipos universales impulsados por las narrativas ideadas por Charles Perrault, Hans Christian Andersen, Jacob y Wilhelm Grimm y que alcanzaron su punto álgido en la transformación rosa de Disney.

También se puede atribuir a que, en el caso de las cuatro parejas, existe el anhelo del triunfo del amor verdadero y con el análisis de las estrictas reglas del protocolo, así como los preparativos plagados de glamur y de sutiles detalles que evocan a las tradiciones de una familia con más de mil años en el poder, se pueden evadir, al menos por algunas horas, los problemas cotidianos.

Sin olvidar que la reina Victoria fue quien creó la moda entre la realeza, y prácticamente las novias del mundo entero, de utilizar el vestido blanco en su boda, antes eran rojos y bordados con hilos de oro y plata o en el caso de las clases altas de colores, para ser reutilizados un año después en un evento de trascendencia, la primera ceremonia mediática fue la de la actual reina.

Su alteza real la princesa Isabel se casó con el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca el 20 de noviembre de 1947, fue la primera boda real transmitida por radio en tiempo real y televisada por la BBC.

Norman Hartnell diseñó el vestido de la novia inspirado en "la primavera" y el pastel se preparó con ingredientes extranjeros, debido a la escasez por la Segunda Guerra Mundial.

La boda del siglo la protagonizaron Lady Diana Frances Spencer y Carlos, príncipe de Gales, fue el cuento de hadas moderno, que pese a no tener el final de "vivieron felices para siempre", sí marcó el 29 de julio de 1981 en los anales de la historia.

Inolvidable fue la confección de David y Elizabeth Emanuel del vestido y el beso en el balcón de Buckingham que prometió una historia, que no fue.

El 29 de abril de 2011, la Abadía de Westminster atestiguó el "sí quiero" de la plebeya Catalina Middleton y el príncipe Guillermo de Gales, el suyo, acorde a los tiempos, fue un festejo de carácter privado, y no de Estado, por lo que los gastos del enlace corrieron por parte de la familia real y los Middleton.

Con dos besos, en un eco a Lady Di, la pareja terminó de enamorar al planeta.

Carlos entregará la novia

Para esta celebración la ciudad inglesa de Windsor tiene todo listo para la boda, marcada por el anuncio de que será Carlos, príncipe de Gales, quien la acompañe al altar.

"El príncipe de Gales está encantado de recibir de este modo a la señorita Markle en la familia real", afirmó el palacio de Kensington en un comunicado, un día después de que la actriz confirmara que su padre, Thomas Markle, no podrá asistir a la boda por problemas de salud.

Según el comunicado, fue la novia la que ofreció el privilegio a su suegro.

El pastel de boda

La maestra pastelera Claire Ptak dijo que el pastel de limón y flor de saúco de tres partes estará presentado de una manera no tradicional. No reveló el diseño, pero el estilo fue aprobado por Enrique y Markle.

Durante cinco días Ptak trabajó con su equipo de seis pasteleros en las cocinas del palacio de Buckingham y no escatimó en ingredientes: Unos 200 limones de Amalfi fueron usados, así como 10 botellas de jarabe de saúco de Sandringham House, hecho con flores de saúco de la residencia de la reina Isabel II en Norfolk.

Máxima seguridad

Cientos de policías fuertemente armados inspeccionaron cada rincón de la localidad, cuyo centro estaba cerrado al tráfico, ante la llegada prevista de 100 mil personas para asistir al gran día. "Hay una amplia gama de medidas de seguridad visibles en marcha", dijo un portavoz de la policía.

Sin embargo, ayer los príncipes Enrique y Guillermo salieron del castillo para saludar a las personas que aguardaban detrás de las vallas de seguridad. Ambos levantaron la mano y se acercaron a los presentes, quienes felicitaron a Enrique por su enlace matrimonial.

CLAVES

La boda del año

Hoy Meghan Markle y el príncipe Enrique de Gales se unirán en matrimonio en la Capilla de San Jorge, en El Castillo de Windsor, que ha visto otras 15 bodas reales.

La pareja intercambiará votos a las 12 horas (tiempo local) y la ceremonia durará una hora. Los principales invitados a la boda llegarán entre las 09:30 y las 11; la familia real lo hará a las 11:20.

ERV

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