A pesar de ser conocida por su brutal asesinato, Sharon Tate era una de las actrices que su fama iba en ascenso en la década de los años 60, tras mantener una relación con el actor Richard Beymer, decidió comenzar su carrera en la actuación.
Su gran oportunidad llegó en 1966 cuando participó en la película El ojo del diablo, donde conoció a Jay Sebring y tiempo después a su futuro esposo, Roman Polanski, quien estaba planeando la película La danza de los vampiros.
Así fue la boda de Sharon Tate y Roman Polanski
La actriz Sharon Tate y Roman Polanski se casaron en Londres el 20 de enero de 1968, siendo una de las parejas de moda del momento. La actriz y el director de cine destacaron por realizar grandes fiestas, tener un estilo de vida liberal y estar rodeado de grandes estrellas de la década.
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Entre los amigos de la pareja se encontraban Ruth Gordon, Warren Beatty, John y Michelle Phillips de The Mamas and the Papas y Wendy Wagner, la mejor amiga de Sharon Tate.
La ceremonia se ofició en el registro civil de Chelsea en Kings Road, Gene Gutowski, amigo del director, fue padrino de la ceremonia, mientras que Barbara Parkins, quien fue compañera de Sharon en El valle de las muñecas, fue dama de honor.
Sharon Tate lucía flores en su cabello y minivestido de colo margil, mientras que Roman Polanski apareció con una chaqueta de color verde oliva. En 2018, el vestido de Sharon Tate fue subastado por 50 mil dólares, siendo uno de los recuerdos más icónicos de la actriz antes de su asesinato.
Sin embargo, a pesar de su gran relación, Polanski y Sharon Tate no tenían las mismas ideas sobre la maternidad o formar una familia. En 1969, la pareja vivía en el número 10050 de Cielo Drive, un lujoso barrio de Beverly Hills en la ciudad de Los Ángeles.
El 9 de agosto de 1969, Sharon Tate le quedaban dos semanas para dar a luz y Polanski se encontraba en Londres filmando los últimos detalles de su nueva película. Tate salió a cenar en compañía de amigos y al finalizar se dirigieron a la casa de Sharon Tate.
Ese día Charles Manson, envió a cuatro miembros de su “familia” a casa del productor Terry Melcher (lugar donde residía Sharon Tate) y les ordenó que mataran a todos los que encontraran en la mansión.