Laura Zapata recuerda cuando estuvo secuestrada: "Querían 5 millones de dólares"

Un peculiar sonido que es muy común escuchar por las calles de México le trajo este traumático recuerdo.

Laura Zapata | Cuartoscuro
Ciudad de México /

En septiembre de este 2022 se cumplieron 20 años del secuestro que Laura Zapata y Ernestina Sodi sufrieron al salir de un teatro en la Ciudad de México. La actriz de telenovelas reconocida por los grandes papeles en los que dio vida a villanas en la pantalla chica recordó este traumático momento durante el reality show Siempre Reinas.

La nueva producción de Netflix llegó para sorprender a todos sus suscriptores pues nadie se esperaba ver a Laura Zapata, Lucía Méndez, Lorena Herrera y a Sylvia Pasquel juntas en un reality show mostrando los aspectos más íntimos de sus vidas.

Desde los primeros episodios se pueden apreciar grandes momentos entre las reconocidas artistas mexicanas, momentos de felicidad y tensión pueden verse en la producción de Netflix. Durante la grabación del reality show sucedió algo que es muy común escuchar en la Ciudad de México pero que trajo malos recuerdos a Laura Zapata.

La hermana mayor de Thalía se encontraba platicando con Lucía Méndez cuando tuvieron que interrumpir su grabación pues de fondo se escuchaba un vendedor de plátanos y naranjas anunciando su paso con un megáfono.

"Con este de naranjas, me acuerdo cuando estaba secuestrada. Estaba yo haciendo La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. Resulta que cuando salí del teatro veo que se bajan de una camioneta, con armas largas y que venían hacía nosotros, yo cuando me quiero bajar para correr me agarran de un brazo y me dicen: 'No, cariño ¿A dónde vas?' y me encajuelaron", comenzó a contar aquella anécdota que sucedió a inicio de los años dos mil.

"Nos dijeron: Esto es un secuestro, no es nada personal. 'Queremos el dinero de este señor, Tommy Mottola y queremos 5 millones de dólares' y pues ahí empezó este parte aguas de mi vida", agregó.

Laura Zapata recuerda que durante su secuestro escuchaba el mismo sonido de un vendedor pasando por la casa de seguridad en la que era privada de su libertad. 

"En la casa de seguridad en la que estaba yo me percataba constantemente de los ruidos para poder ubicarme y así escuchaba el carrito de naranjas", contó a Lucía Méndez.

jk

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