Gracias a que a los 10 años vio el detrás de cámaras de la película Titanic, Tato Alexander se está forjando una carrera actoral que actualmente puede calificarse como destacada, pues además de su reciente participación en la segunda temporada de Monarca, forma parte del elenco de la serie de sketches cómicos Backdoor y se ha vuelto recurrente en varios contenidos virtuales.
Aunque ella reconoce que su interés en la actuación comenzó formalmente a los 13 años, luego de protagonizar varias obras de teatro durante la primaria.
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"Me sentía muy alivianada de mis amigas porque no me hallaba; como siempre pasa con la gente que decide dedicarse a algo raro, generalmente son raros. En el teatro encontré el lugar al que pertenecía", reconoce la admiradora del trabajo realizado por Kate Winslet, Scarlett Johansson, Cate Blanchett y Olivia Colman.
De las marquesinas a las pantallas
La primera obra de teatro que significó un gran reto para Tato, debido a que tenía que "proyectar cosas muy grandes", fue Nadando con tiburones, en el Teatro Insurgentes, al lado de Demián Bichir, Ana de la Reguera y Poncho Herrera. "Yo tenía aun personaje muy chiquito", recuerda.
Posteriormente cobró más relevancia en el escenario, lo que le valió destacar en otras puestas en escena como Paisaje marino con tiburones y bailarina, junto a Bruno Bichir, y Una historia del diablo, un monólogo realizado por Don Nigro donde la dirigió Itari Marta.
Aunque Tato no quería limitar sus saberes y capacidades a las marquesinas, por lo que en algún momento buscó desempeñarse en las pantallas (grandes y chicas). Y la búsqueda dio resultado.
"Creo que fue una cosa de sincronicidad: fue lo que yo decidí, que dije: 'Ya quiero empezar a hacer tele y cine', y también que empezaron a haber muchos más proyectos; las plataformas empezaron a generar más oferta de trabajo. Empecé a querer abrirme lugar en otras cosas con más alcance", recuerda.
Backdoor y la comedia con amor
Uno de los proyectos que ha llevado a Tato a ser muy conocida - y querida - por el público es Backdoor, sketches cómicos que se transmiten por Comedy Central y Amazon Prime, además de YouTube, a partir del trabajo elaborado por la productora brasileña Porta dos Fundos.
"Backdoor es un proyecto en el que estamos casi puros actores de teatro; yo estuve en el primer casting y vi a todas las personas que habíamos hecho casting, y la mayoría somos del mismo perfil: hay muchos que vienen de hacer tele o cine, pero la mayoría somos de teatro. Me dio mucho gusto que hubiera un proyecto para actores que hacíamos comedia y teatro", señala la actriz.
Y agrega que el éxito que ha tenido este proyecto, donde también participan talentos como Alfonso Borbolla, Memo Villegas, Yuriria del Valle y Verónica Bravo, se debe a que es "comedia muy irreverente pero que tiene un comentario, que está hecha con amor, que va más allá del cliché. Por eso a la gente le gusta, por más incorrecta que pueda ser".
"Hay unos sketches sobre religión que incluso a mi familia le gustan mucho, por más católica que sea, porque entiende que se están burlando de cómo los seres humanos nos relacionamos con la religión, no se están burlando de la religión", reconoce.
Ahondando en la cuestión del panorama cómico general que se vive actualmente en el país, la seguidora de Kate McKinnon, Tina Fey, Louis C.K. y Judd Apatow afirma que "está creciendo muchísimo con la llegada del stand up, que mucha gente pensaba que era una etapa y yo siempre dije: 'Ojalá que no, ojalá que siga', porque justo los grandes cómicos se hacen con la práctica y con los años, entonces, ¿de qué nos servía 2 años de auge del stand up si ahí se va a quedar? ¡Qué bueno que siga y sigamos aprendiendo!"
Aunque Tato no ve esta rama de la comedia (el stand up) como algo en lo que le gustaría profundizar: "Me he subido a open mics, me gustaba mucho, era un plan de noche, me gustaba la tertulia, pero nunca lo tomé como una carrera en serio".
"El público siempre va a estar del lado de alguien que hable con honestidad y no esté haciendo un daño. Entonces, es muy fácil que se señale a alguien por ser políticamente incorrecto, pero que eso se sostenga, necesitas realmente ser algo que esté haciendo un daño. Y siento que si tú haces un buen trabajo, es muy difícil que te linchen, porque un buen trabajo implica una reflexión, implica no burlarte del oprimido; se pueden hacer chistes de lo que quieras, siempre y cuando los hagas con amor y partiendo desde un punto crítico de ti mismo", agrega Alexander.
"No me considero cinéfila"
Tato, que admira el trabajo hecho por Iñarritu, Cuarón y Del Toro, pero, sobre todo, por Tarantino, no se considera cinéfila, a pesar que esto es lo que piensan algunos usuarios de YouTube al verla en diversos contenidos del Tío Rober, cineasta que acaba de presentar su opera prima, Ok, está bien.
"He visto muchas pelis, es algo que me gusta, pero no me considero cinéfila, no tengo la cultura del cine que tiene mucha gente. Yo conozco porque me apasiona, me gusta, pero no te puedo hablar desde un lugar académico", revela.
Respecto a su participación en secciones como No mames que no las has visto, Es de a wi wi hablar de... y Escupir en el tiempo, al lado del también standupero, Alexander dice que "yo hablo de mis impresiones y de pronto he visto comentarios de gente que está harta de mí y tienen razón: si voy a comentar, no voy a comentar desde un lugar académico o técnico, porque no es para nada mi fuerte, entonces entiendo que de pronto le harte a la gente".
"Cuando me arden los comentarios es cuando hablan de que soy mujer, de que: 'Tio Rober cumpliendo la cuota de género'... me choca. Pero los comentarios, cuando me critican desde otro lugar, hasta esos me gustan", cuenta.
E igual en el ámbito del cine, pero ya desde su función como actriz, Tato, que suele distraerse leyendo "cosas esotéricas", como el libro Prometheus Rising, de Robert Anton, reconoce que "a veces extraño mucho hacer drama porque es más fácil y un poquito más catártico".
"En la comedia no hay una catarsis como tal en las personas que la interpretamos, siempre hay una tensión que se mantiene y, al menos yo, le pienso más a la comedia. Y en el drama como que hay menos que pensar... sí lo extraño, pero me apasiona más la comedia, porque es algo que me gusta estudiar desde un lugar más alejado", cuenta.
Y concluye externando que su aspiración actoral es "poder hacer el tipo de personajes que quiero hacer, contar el tipo de historias que me reten, que me apasionen, que sea un trabajo profundo, completo".
yhc