Taylor Swift dijo que quizá no se presente en los American Music Awards, y que podría tener que dejar en pausa otros proyectos, incluyendo un documental de Netflix, pues los propietarios de sus grabaciones no le permiten interpretar sus canciones.
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La cantante de "You Need To Calm Down" dijo que planeaba interpretar un popurrí cuando fue nombrada Artista de la Década de los American Music Awards que se celebrarán el 24 de noviembre, pero los hombres que poseen los derechos de su música, Scooter Braun y Scott Borchetta, han calificado su actuación en televisión como una regrabación ilegal.
“Simplemente quiero interpretar MI PROPIA música. Eso es todo”, dijo Taylor Swift. “He tratado de hacer que esto funcione en privado a través de mi equipo, pero no he podido resolver nada”.
The Big Machine Label Group dijo en un comunicado el viernes “en ningún momento dijimos que Taylor no podía presentarse en los AMA ni bloqueamos su especial en Netflix. De hecho, no tenemos derecho a impedirle presentarse en vivo en ninguna parte”.
La cantautora, de 29 años, ha criticado abiertamente que sus viejos máster de grabación estén en manos del mánager musical Braun, quien los adquirió con la compra de Big Machine Label Group de Borchetta en junio. Swift ha usado la venta y sus consecuencias para abogar públicamente por los derechos de los artistas y como parte de su pleito con estos dos ejecutivos.
Swift dijo en sus mensajes que Borchetta le ha dicho que permitirá que sus proyectos sigan adelante si abandona los planes de grabar el próximo año versiones que imitan sus canciones viejas, lo cual ha dicho la cantante que planea hacer y tiene el derecho de hacer. De acuerdo con Swift, Borchetta también le ha pedido que deje de criticarlo a él y a Braun en público.
“El mensaje que me están enviando está muy claro para mí (...) Básicamente se una niña buena y cállate o serás castigada”, dijo Taylor Swift.
Se intentó obtener un comentario de los AMA sin obtener respuesta.
Swift pidió a su legión de fans que presionen a Braun y Borchetta para que le permitan presentarse en vivo y para que otros de sus proyectos sigan adelante. Esto encendió las redes sociales con los hashtags "IStandWithTaylor" (apoyo a Taylor) y "FreeTaylor" (liberen a Taylor) que se volvieron tendencia mundial en Twitter.
The Big Machine Label Group respondió que Swift le debe millones de dólares y que ha creado una historia que “no existe”. Big Machine también criticó a Swift por usar a sus fans y le pidió que se involucre en una “conversación directa y honesta” con la empresa.
Tree Paine, publicista de Swift, respondió al comunicado de Big Machine el viernes por la mañana diciendo en un mensaje vía Twitter que el sello no había estado de acuerdo en emitir licencias de sus grabaciones para el documental de Netflix y que Borchetta negó la solicitud para los AMA.
“Por último, Big Machine está tratando de desviar la atención y hacer que esto se trate de dinero al decir que ella les debe dinero, pero un auditor independiente y profesional ha determinado que Big Machine le debe a Taylor 7.9 millones de dólares en regalías pendientes por pagar a lo largo de varios años”, escribió Paine.
Taylor también pidió a otros artistas, que incluyen a Ariana Grande y Justin Bieber quienes son representados por Braun, que denuncien y hablen con él.
Swift dijo que está pidiendo ayuda específicamente a de Carlyle Group, la firma financiera que manejó la venta. El documental de Netflix que relata los años más recientes de su vida, no había sido anunciado previamente.
“Esta no era la manera en la que pensaba compartirles la noticia”, dijo Swift.
amt