Nacido el 1 de febrero de 1979 en la cálida Navojoa, al sur de Sonora, Valentín Elizalde se encumbró como referente de la música regional desde finales de los 90 hasta el 2006 (año de su asesinato) por su carisma, su tono de voz aguardentoso, las canciones que volvió himnos del género y, sobre todo, la dinastía donde se formó, comandada por su padre, Lalo El Gallo Elizalde.
Por este impacto, su música y efigie permanecen en todos lados y atraviesan generaciones. Y entre su familia, el Gallo de Oro "siempre está en el corazón", dice su hermano menor, Francisco El Gallo.
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Valentín Elizalde, siempre en el corazón
"Hoy es su cumpleaños y en la familia siempre lo andamos recordando, siempre está en nuestro corazón, en nuestros pensamientos. Buscamos que la gente lo tenga muy latente", comenta en entrevista con MILENIO.
Como homenaje en el aniversario de su natalicio, Francisco se pone a escuchar las canciones de su 'bro', a quien atesora como "una persona que me chiqueaba mucho por ser el más chico, fui muy apegado a él".
"Siempre seguí su ejemplo, sus regaños, cada vez que estaba enfermo estaba al pendiente de mí, me hacía de comer, me daba tecitos. Siempre fue muy consentidor conmigo", detalla.
De los covers, memes y otros contenidos que abundan en redes sobre Valentín, El Gallo dice que son "una chulada" y lo hacen sentir "alegre" porque es muy importante que siga vigente: "Que la gente lo recuerde y lo conozca es un orgullo".
Destaca que tras la muerte de 'El Vale', su hermano le dedicó un disco muy emotivo, De un Elizalde para un Elizalde (2007). Y este jueves también le mandó un mensaje hasta el cielo a través de redes sociales: "Te seguimos recordando, hermano, con tanto cariño, tanto gusto y como si estuvieras vivo. Gracias por venir a visitarme en mis sueños y darme ese abrazo que tanta falta me hace. Nos haces falta, mi Vale".
Otro al que el cantante lleva tatuado en el corazón es a su padre, Lalo, pues aunque el señorón falleció cuando Francisco tenía 7 años, él desde pequeño entendió la trascendencia de su progenitor: "Fue un ícono".
"Fue de los primeros en cantar con banda, porque la banda antes era puro instrumental y él llegó y le puso voz; a todas las canciones de pura música, él les metió letra, inició con todo este cotorreo. Me siento orgulloso de pertenecer a una dinastía que fuera parteaguas para muchas cosas".
Mantener la dinastía Elizalde
Con el tesón de que la dinastía Elizalde siga impactando a nivel musical, Francisco acaba de estrenar Noche de viernes, un tema "romanticón y medio melancólico para las personas que anhelamos algo".
Con esta canción, el sonorense marca el inicio de un año "movido": viene una gira, más cumbias, rancheras y corridos, e incluso una colaboración con el rapero Santa Fe Klan "que les va a encantar, una fusión que hicimos ahí".
Por todo lo venidero, Francisco, que empezó a fijarse en la música a los 11 años - actualmente tiene 38 -, se siente pleno: "Estamos en el gusto de la gente y las nuevas generaciones, que ahorita están bien cambiantes. Tratamos de no perder la esencia que nos ha caracterizado y no nos dejamos influenciar tanto por lo que hay de moda".
"Me encanta mi trabajo, ver a la gente feliz, cantando, moviendo sentimientos, llorando. Me llena de orgullo porque siento que estoy logrando tu objetivo", añade.
Acentúa que el crecimiento que ha tenido la música regional en los últimos años "es una puerta muy grande para llegar a más personas; gracias a Dios la música se posiciona muy bien tanto en México como en otros países".
Y cierra la charla con MILENIO revelando que hay futuro para la dinastía Elizalde, pues "los plebes ya están creciendo y esperemos que les guste la música, y si no, vamos a apoyarlos en lo que ellos quieran. Pero si les late la música y se da, adelante".
hc