La estrella de Esposas desesperadas Felicity Huffman se declaró culpable el lunes en el caso de fraude de admisiones universitarias, la persona más famosa en hacerlo en un escándalo que ha expuesto los extremos a los que algunos padres ricos llegan para que sus hijos ingresen a las universidades más prestigiosas de Estados Unidos.
La actriz de 56 años galardonada con el premio Emmy podría enfrentar una sentencia a prisión tras admitir que participó en el fraude nacional, en el que según las autoridades padres de familia sobornaron a entrenadores, manipularon exámenes de admisión o cometieron ambos delitos para engañar al sistema de admisiones.
Huffman se declaró culpable en una corte federal de pagar a un consultor de admisiones 15 mil dólares para que un supervisor corrigiera las respuestas de su hija en el examen estándar de admisión SAT. También consideró seguir el mismo plan para su hija menor, aunque al final optó por no hacerlo, según las autoridades.
Llegó a la corte de la mano de su hermano Moore Huffman Jr. y no dijo nada a los periodistas. Llevaba un vestido gris y un suéter, y en la corte se sentó con sus abogados mientras su hermano la veía desde la primera fila. Su esposo, el actor William H. Macy, no estuvo presente.
La fecha de su sentencia se fijó para el 13 de septiembre. Los fiscales piden entre cuatro y 10 meses tras las rejas. Ya que accedió a declararse culpable, los fiscales dijeron que recomendarían cuatro meses, aunque el juez puede decidir no encarcelarla.
El mes pasado Huffman se disculpó en un comunicado y dijo que aceptará las consecuencias. Agregó que “traicionó” a su hija de 18 años, quien según la actriz desconocía su plan.
“Esta transgresión hacia ella y el público será una carga para mí por el resto de mi vida. Mi deseo de ayudar a mi hija no es excusa para quebrantar la ley o involucrarme en actos deshonestos”, dijo Huffman.
Huffman era una de las estrellas de la popular serie de ABC Esposas desesperadas, la cual que le valió un Emmy en el 2005. También estuvo nominada a un Oscar por interpretar a una mujer transgénero en la cinta Transamerica.
Algunos padres involucrados en el caso han optado por luchar en la corte. Entre ellos está la actriz Lori Loughlin y su esposo, el diseñador de moda Mossimo Giannulli, quienes se han declarado inocentes de pagar 500 mil dólares en sobornos para que sus hijas entraran a la Universidad del Sur de California como miembros del equipo de remo a pesar de que ninguna practica ese deporte.
Loughlin y Giannulli, que también enfrentan cargos de asociación delictuosa para lavado de dinero, no han hecho declaraciones públicas sobre las acusaciones.
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