El Festival de San Sebastián estrenó este viernes por primera vez una película de la plataforma Netflix, Fe de etarras, y una serie de televisión, La peste, sumándose así a otros festivales como Cannes que ya abrieron sus brazos, no sin polémica, a los nuevos modelos audiovisuales.
Fe de etarras llega precedida por su propia polémica, debido a su provocadora campaña publicitaria denunciada por un sindicato de la Guardia Civil española por posible humillación de víctimas del terrorismo, en un país que aún se recupera de los años de fuego de la organización separatista vasca ETA.
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Cinta de humor negro sobre un dispar comando de ETA que aguarda instrucciones en un piso franco mientras la selección española se encamina a ganar el Mundial de Sudáfrica de 2010, es una sátira sin "instinto transgresor", defendió en rueda de prensa su director, el vasco Borja Cobeaga.
Netflix les permitió tener "libertad total" para hacer "lo que hemos querido", dijo Diego San José, coguionista de la película junto a Cobeaga.
Presentada en San Sebastián pero fuera de concurso, Fe de etarras se verá directamente sin pasar por los cines el 12 de octubre en la plataforma digital de pago Netflix, con más de 100 millones de usuarios en el mundo.
Precisamente que estos filmes eviten la gran pantalla produjo la polémica en el pasado festival de Cannes, donde Netflix presentó dos películas a concurso por la Palma de Oro. Ante ello, sus organizadores modificaron el reglamento para que a partir de 2018 todas las cintas en competición se comprometan a estrenarse en los cines franceses.
En el caso de San Sebastián, considerado el festival de mayor peso del mundo hispano, no hubo polémica.
"Nosotros intentamos hacer una radiografía de lo que está pasando en el mundo audiovisual, puede haber películas de plataformas, puede haber series de televisión, puede haber un poco de todo", aseveró recientemente su director, José Luis Rebordinos.
DAPR