El segundo episodio de la octava temporada de Game of Thrones ha obtenido reacciones encontradas; algunos fans lo califican como uno de los mejores de los 69 emitidos hasta ahora y otros esperaban más acción, sobre todo si tomamos en cuenta que la serie terminará en menos de un mes. Sin embargo, no podemos negar que cuenta con una de las revelaciones más importantes en toda la saga, en la voz de Podrick Payne (Daniel Portman), y más tarde en la de Florance + The Machine para los créditos finales.
Transcurrió en un solo plano de espacio y tiempo —cosa rara en la serie de HBO—, tampoco murió nadie, pero se trata de la antesala la “batalla más grande en la historia de la televisión” y cerró con una de las melodías más emblemáticas de la serie: la canción de Jenny de Oldstones que bien podría tratarse de la “Canción de Hielo y Fuego”, nombre original del conjunto de novelas escrito por George R.R. Martin.
Este tema habla de Jenny de Oldstones, un personaje que había pasado desapercibido hasta ahora en la serie, con un origen desconocido, pero con injerencia directa en el actual reclamo al Trono de Hierro.
Jenny era pobre y sus orígenes resultaban misteriosos, decía ser descendiente directo de los reyes de los Primeros Hombres, mientras que su apariencia era dulce y encantadora, tanto que enamoró al heredero al trono Duncan Targaryen. Su matrimonio fue rechazado por el entonces monarca de Westeros, Aegon Targaryen y cedió su lugar como príncipe heredero a su hermano menor Jaehaerys, padre del ‘Rey Loco’, Aerys II.
La enigmática chica era acompañada por una bruja de muy corta estatura y cabello cano que llegaba hasta el suelo, quien presuntamente provenía de los Niños del Bosque. Conocida como el ‘Fantasma de Alto Corazón’, tenía cualidades mágicas y hacía profecías tan acertadas que solo pueden compararse con las visiones del Cuervo de Tres Ojos. Una de ellas fue que “el príncipe que fue prometido”, Azor Ahai (aquel que terminó con la larga noche con su espada de luz) volverá a nacer del linaje de sus hijos Aerys y Rhaella.
Convencido de la premonición, Jaehaerys arregló el casamiento de sus hijos, que a su vez tuvieron tres hijos que llegaron a edad adulta: Rhaegar, padre de Aegon, mejor conocido como Jon Snow; Viserys, muerto en manos de Khal Drogo; y Daenerys, quien hasta hace poco, aparecía como la heredera legítima del ‘Rey Loco’. La mayoría de las teorías de los fans, colocan a Jon como Azor Ahai y a Dany como Nissa-Nissa, su amada, a la que tiene que atravesar en el corazón para encender la flama.
En la serie de televisión, la música juega un rol clave; el laureado compositor alemán de origen iraní Riami Djawadi se ha vuelto célebre por el tema de entrada y aquellos que acompañan a las familias, algunos adaptando las letras que el propio Martin escribió para los libros, pero en este caso, la letra de Jenny de Oldstones era parcialmente desconocida, sin embargo, era el pago que la bruja pedía a cambio de compartir sus sueños a curiosos como la ‘Hermandad sin estandartes’ (con Arya Stark incluida).
Las profecías de este personaje incluyen la muerte de Balon Greyjoy, la de Joeffrey Baratheon, Renly Baratheon y la resurrección de Catelyn Stark (solo en los libros). La canción en sí, es una premonición en el clímax de la historia.
Los productores de la serie de televisión solo habían presentado bandas populares a nivel internacional en dos ocasiones:
En la segunda temporada, en el episodio llamado “Aguasnegras” (Blackwater), The National interpreta The Rains of Castemere en los créditos finales para conmemorar la gran victoria de los Lannister ante la flota de Stannis Baratheon. Un Lannister ha mandado en los Siete Reinos desde que Robert Baratheon murió.
Un año más tarde, la banda neoyorquina The Hold Steady grabaría su versión de The Bear and The Maiden Fair, la canción de la casa Bolton, para los créditos finales de “El camino del castigo”, que representó uno de los momentos más impactantes de la serie, pues los acordes inician segundos después de que Jaime Lannister pierde la mano derecha, mutilado por Locke. Los Bolton comenzaron a tomar relevancia hasta dominar el norte, que perdieron tres temporadas después en “La Batalla de los Bastardos”.
La letra de Jenny de Oldstones habla de Jenny “Bailando con los fantasmas” “de los reyes que perdió y los que encontró”, de cómo “terminaron con su desdicha y su dolor” y repite en cuatro ocasiones “ella no quería irse nunca”.
Las interpretaciones pueden ser muchas, Daenerys ya convivió con el fantasma de su primer rey, Khal Drogo en la visión de la Casa de los Eternos y ahora tiene un nuevo rey junto a ella en su sobrino Aegon (Jon Snow).
También nos ha quedado claro que en el universo de Martin existe vida después de la muerte en más de una forma y de ahí el énfasis en el hecho de que no quiera partir nunca, como si se aferrara a seguir existiendo.
Jenny y Duncan murieron en la tragedia de Summerhall, el mismo día que Rhaegar nació, donde presuntamente la bruja también había fallecido y aunque se piensa que pudo ser escrita por Rhaegar, la profeta se refería a la melodía como “mi canción de Jenny”. Ella misma podría ser Jenny o haber escrito las estrofas como parte de sus visiones, que más tarde hablan de permanecer del “Invierno hasta el verano y cuando regrese” y hasta que “los muros se estremezcan y caigan”.
En una teoría más radical, la canción podría referirse al verdadero origen del Rey de la Noche, que en los libros fue un Comandante de la Guardia de la Noche que se enamoró de una mujer con ojos azules como las estrellas y la piel pálida como la luna, a quien proclamó su reina.
Junto a la espiral que forma el cuerpo de Ned Umber y los desmembrados en el Último Hogar, la canción de Jenny de Oldstones es una de las señales que los creadores David Benoiff y DB Weiss han lanzado con énfasis para echar a volar la imaginación de los seguidores, pero en este caso trataron de asegurarse de que todos la escucharan y entendieran, pues al terminar la transmisión del episodio, el canal oficial de Game of Thrones en Youtube ya tenía disponible la versión de Florence + The Machine con la letra ilustrada por momentos de las ocho temporadas.
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