Héctor Suárez Gomís, el hijo mayor del comediante e histrión Héctor Suárez, platicó con M2 a corazón abierto de lo que significa la ausencia de su padre a pocos días de su despedida y no deja de agradecer las muestras de cariño y amor que no han parado desde la triste noticia de su adiós.
Héctor Suárez Gomís, gracias por tomar nuestra llamada. Sabemos que estos días han sido difíciles, pero sabemos que ya estás listo para platicarnos un poquito de tu padre.
Héctor Suárez Gomís: Espero algún día estar listo. Pero mira, después de todas las muestras de amor de todo México, cómo se volcaron no sólo los amigos, sino todo México. Ves las primeras planas de todos los periódicos y ahí está mi papá. Y todos los programas cómo se dedicaron a hablar de él y hacerle pequeños homenajes. Hasta el Presidente de la República le mandó el pésame. Digo, todos sabemos el tamaño de genio y el tamaño de importancia que tiene mi papá, entonces no puedo no hablar. Primero para decir gracias, y después para responder lo que tú quieras.
Tu familia, los hermanos, los tres nietos ¿Quiero saber si están reunidos, si todos han recibido estas muestras de amor?
Todos. No creo que mi hermana Isabela se dé cuenta del tamaño de papá que tenemos, de lo importante que era, que es, está muy chiquita, lo dices bien, va a cumplir 9 años el mes que entra y todos estamos pasando el duelo. Cada quien lo sufre de mayor o menor manera. Todos estamos muy dolidos. Mis hijos me duelen un chingo. Pablo tenía una relación divina con su abuelo, igual que Ximena.
Subiste un video divino de Pablo diciendo “Hazte luz, abuelo, hazte luz”, pero para mi ya era luz ¿sabes?
No, mi Pablo está loco. Es una maravilla de escuincle y mi hija le hizo una maravilla de video que subimos a las redes, divino.
En retrospectiva, Héctor, darnos cuenta lo que significó él para un país en el que no se dice la verdad. Éste es un momento importantísimo para que los jóvenes que no vieron ¿Qué nos pasa? Que no vieron Lagunilla mi barrio, que no vieron El mil usos, que no tuvieron la oportunidad de verlo en el escenario, contigo incluso en Los locos Suárez, creo que es un gran momento porque siempre tuvo algo que decir.
Además sus principios son en teatro clásico. Teatro fuerte. Teatro complicado y de repente a los tantos años de carrera se da cuenta que si sigue haciendo eso se va a morir de hambre y se pone a explorar otros géneros. Y descubre la comedia por accidente. Hay muchas película de él muy viejas, muy viejas, que hace pequeños papelitos y te das cuenta como él era una de esas cosas que no es como las otras. Te das cuenta de que tenía algo muy distinto ver y actuar en como se hacían las cosas. No me acuerdo qué película es, en la que hace un doctor; era un papel muy chiquito, y a la persona que atiende le pide una pastilla, le pide una pastilla, y se pone a tratar de oírle el latido a las pastillas. Y todas esas cosas obviamente se le iban ocurriendo. Era un genio. Todos lo sabemos. Un verdadero genio. Y era un maravilloso papá.
Esa es una de las cosas que no dejo de recodar …
Es que la gente a veces no entiende, sobre todo los que no son inteligentes, pero también hay que dirigirse a ellos El Pelón en sus tiempos del Cólera no era un reclamo a mis papás. Era una critica a la educación universal de padres a hijos. Y yo no podría haberlo hecho si yo no hubiera sido papá. Y tuve que tomar a mi papá y mi mamá como arquetipos de los padres universales para hablar de la educación. Y de pronto contaba algunas cosas que ni habían pasado en mi casa, y de pronto contaba otras que sí habían pasado en la mía. Las más locas y absurdas eran las mías, las más dolorosas eran las que había tomado prestadas de otros lados, y tenía que usar a mi papá y a mi mamá como un arquetipo de cómo estamos educando a los hijos. De eso se trataba y se acabó transformando en Los locos Suárez.
Acabó transformándose en Los locos Suárez, pero no olvidemos que él te dirigió…
… y luego yo lo dirigí en La señora Presidenta. Mira, los últimos doce trece años fuimos increíblemente unidos. Lo habíamos sido toda la vida pero después de ese estúpido y famoso pleito que todo mundo supo que nos separó tres años y cacho, que finalmente a la distancia dices, “mira que bien nos hizo porque supimos componer nuestro pasado, nuestro presente y nuestro corazón” y no nos volvimos a separar y estábamos todo el día en comunicación. Mi papá tan hermoso, los últimos años, como que se volvió al revés. No hacía nada sin consultarlo antes conmigo. Entonces, que no esté es durísimo.
epc