Quizá no la conozcas de inmediato por su nombre real, pero tal vez la recuerdes por su icónico papel en la película Liberen a Willy (1993) o su residencia de una década dentro de Reino Aventura del Distrito Federal. La realidad es que Keiko, la orca, marcó una generación entera y se robó el corazón de multitudes durante su vida.
Aunque todos disfrutaban de sus apariciones en pantalla y su espectáculo en el parque de diversiones, Keiko vivió una vida muy oscura detrás de escena. Los cambios de vida, comenzando por alejarla de su hogar y trabajos forzados.
Keiko, una orca macho, fue capturado en el mar de Islandia, específicamente en las Islas Vestman y trasladado al continente americano para situarse en Canadá con aproximadamente dos años de edad. Keiko dependía de su madre al ser tan joven, teniendo la necesidad de aprender a vivir en grupo, la forma de vida de las orcas donde también, cuentan con un dialecto.
Al ser trasladado al parque de Marineland de Ontario, Keiko comenzó a tener infecciones de piel y su aleta dorsal sufrió algunos daños por la falta de movilidad, algo curioso, pues Keiko se encontraba en entrenamiento desde que se estableció en Canadá.
La vida de Keiko en México
Por si no fuera poco el haberle arrebatado sus primeros años de vida y la necesidad de comunicarse con otras orcas, en 1985 Keiko fue vendido y trasladado a México, donde inició su trayectoria en Reino Aventura, la ubicación actual del parque Six Flags México.
Keiko contaba con cuatro entrenadores, ocho personas a su cargo y un velador para cuidar de ella en la noche. Era alimentado con 120 kilos de pescados al día y se le administraban vitaminas.
Su crecimiento no era una sorpresa para nadie, pues era su naturaleza, pero el problema de su evolución fue la falta de espacio en la piscina. Su tamaño pronto acaparó la dimensión del estanque y visiblemente, era necesario uno nuevo.
Ken Balcom, el director del Centro para la Investigación de las Ballenas de Washington le ofreció a Reino Aventura comprar a Keiko para salvar su vida y trasladarla a un santuario, pero el parque temático se rehusó.
La participación de Keiko en televisión y ‘Liberen a Willy’
Quién diría que una pequeña orca de mares nórdicos, capturada y forzada a vivir en cautiverio se convertiría en una estrella de Hollywood y en una personalidad de la pantalla chica.
En 1987, Keiko fue la inspiración de dos discos interpretados por Lucero, en el mismo año participó en el final de la telenovela mexicana ‘Quinceañera’, en 1990 protagonizó la película ‘Keiko en peligro’ y en 1996 tuvo un papel en la telenovela ‘Azul’. Aunque estos papeles le brindaron fama internacional, su reconocimiento mundial llegó en 1993 con el film ‘Liberen a Willy’.
Tras la fama que la producción de Hollywood generó, Keiko ganó más atención de los defensores de orcas, quien buscaban la manera de rescatarla de una vida inapropiada, acelerada y llena de trabajos forzados.
“Se tardó menos de dos horas de pantalla liberar a Willy, pero la batalla para salvar a Keiko ha persistido desde el inicio de la filmación en 1992 y parece ponerse cada vez más difícil. Ambientalistas, biólogos marinos, sus propios entrenadores y los administradores del parque discuten sobre la mejor manera de ayudarle”. decía el comunicado del Entertainment Weekly de los Estados Unidos en 1993.
La comunidad defensora de animales se unió a la misión de liberar a Keiko
Pronto, distintas organizaciones e incluso sus cuidadores del parque Reino Aventura se sumaron a la causa y luchaban para liberar a la orca que vivía en una piscina de tan solo 40 metros, un espacio estrecho para su tamaño.
Para 1994, Keiko ya contaba con múltiples infecciones de piel y también en su aleta, sus dientes estaban dañados, debido a su desgaste al morder las orillas del estanque y su ansiedad era visible. Su aleta dorsal doblada a la mitad reducía sus años de vida.
La libertad de Keiko
El amor por Keiko, las ganas de otorgarle una vida digna y al menos 1,500 cartas enviadas a Reino Aventura que pedían su liberación mensualmente lograron lo imposible.
En 1996, activistas, sus entrenadores y la compañía Warner Bros crearon la Fundación Liberen a Willy-Keiko, que logró recaudar 20 millones de dólares. Finalmente, Reino Aventura accedió a la propuesta y donó a Keiko al Oregon Coast Aquarium de Newport en los Estados Unidos.
Los responsables del acuario le brindaron a Keiko lo que jamás tuvo en su cautiverio, una enorme piscina que no limitaba sus movimientos. Una herramienta para su rehabilitación y así, poder liberarlo en el mar.
Keiko inició con la recuperación de sus heridas, sanándolas como si fuera un acto de magia y amor humano. Poco después comenzaron a alimentarlo con peces vivos, sin embargo, Keiko no los comía, jugaba con ellos como cualquier niño y los obsequiaba a sus cuidadores debido a la ausencia de instinto de caza.
En 1997 Keiko regresó a su lugar de origen en una zona enrejada. El 11 de julio del 2022, cuando se encontraba completamente recuperado, se logró el sueño de miles de personas que alzaron la voz para darle la vida que merecía y fue liberado en el mar.
Keiko se convirtió en la primera orca en cautiverio liberada del mundo.
Los últimos años de Keiko
La libertad de Keiko le brindaba una vida llena de posibilidades, pero no todo cambió, pues él no había tenido la crianza de los suyos y jamás fue en busca de un grupo de orcas. En cambio, Keiko buscaba barcos para interactuar con humanos, pues, él sabía que era el lugar para encontrarlos. Aunque Keiko siguió a otras orcas con la intención de jugar, éstas lo rechazaron. Ese mismo año, Keiko regresó a Bahía de Taknes con sus entrenadores.
Keiko vivió una vida completamente distinta a la que debió de haber vivido, nunca logró integrarse a otras orcas y pasó el resto de su vida buscando la vida con humanos. El promedio de vida de una orca macho es de 60 años, pero debido a un resfriado y su vulnerabilidad, la vida de la orca más famosa del mundo terminó el 12 de diciembre del 2003 con tan solo 27 años de edad.
El funeral simbolizó la vida triste de Keiko, llevado a cabo en zona terrestre, donde los seres humanos cambiaron su naturaleza por un simple capricho de entretenimiento.
El significado de la palabra “Keiko”en Japonés significa “afortunado”. Una virtud que para muchos, no fue obtenida por la orca.
mg