Alan Parker, autor de celebrados títulos como 'Midnight Express', 'Pink Floyd-The Wall' o 'Evita', reflexionó sobre la profunda transformación que está viviendo el cine, un sector que se está "democratizando" y en el que su meca, Hollywood,
está siendo superada por la cadena HBO.
"Ahora mismo en América lo mejor se está haciendo en la HBO, mejor que en el cine, es el nuevo lugar donde tienes que ir si tienes algo que contar, intelectual o político", afirmó Parker, en referencia a la casa creadora de series como 'Game of Thrones', 'Los
Soprano', 'Sex and the City' o 'The Wire'.
Ganador de varios premios Bafta y Oscars por su trabajo cinematográfico, Parker aprovechó su comparecencia ante los medios de comunicación en el Brussels Film Festival para defender la televisión como medio de expresión y narración de calidad.
"Un periodista italiano no podía entender que le hablara de la calidad de la televisión, porque me decía que no, que la televisión es basura, y bueno, yo le decía que no, aunque es cierto que en Italia es una basura", bromeó el director.
Para Parker, en los últimos años el cine "se ha democratizado" y es más fácil que cualquier persona haga una película para después distribuirla a través del canal de vídeos digital Youtube, "aunque sin que le paguen, que es una de las grandes desventajas de estos tiempos", consideró.
Respecto al cine, lamentó que esté "dominado por la maquinaria americana", lo que "quiere decir que no hay grandes películas".
"Es muy emocionante cuando ves algo fresco y nuevo, pero es raro estos días", opinó.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el cine europeo, según Parker, es la falta de financiación, una carencia endémica que afecta a todos los países, especialmente en un momento en que las arcas públicas se encuentran agotadas por la crisis.
"Sin apoyo europeo, sin apoyo de los gobiernos, el cine europeo moriría", advirtió.
Para el director, lo más difícil es conseguir el dinero necesario, para hacer una película, para lo que se necesita "mucho entusiasmo", y confesó sentirse satisfecho de su decisión de dejar de hacer cine.
"Siendo honesto, disfruto el no hacer películas", afirmó, "tienes que mantener el mismo entusiasmo desde el primer día, y es muy difícil en la vida mantenerse así de entusiasta durante tanto tiempo", añadió.
"Las películas son muy físicas y un trabajo duro. En América, en un rodaje se trabaja doce horas diarias, hasta quince en el caso de los directores, seis días a la semana durante tres meses y en medio de la nada... no es una profesión enteramente disfrutable", apostilló.
Parker aseguró que está satisfecho de las películas que ha firmado y que siente que ahora, a sus 77 años tras más de cinco décadas ligado al cine, "es como el círculo que se cierra".
"Lo que no quiero es hacer una mala película", aseguró, "mientras pueda mantenerme, (rodar) no es una gran necesidad en mi vida", dijo.
Parker es el invitado de honor del Brussels Film Festival, que hasta el próximo 14 de junio proyectará varios títulos europeos en la capital belga, entre ellos los españoles 'Os Fenómenos' del director Alfonso Zarauza, 'Ártico', dirigida por Gabriel Velázquez y la comedia "Tres bodas de más", de Javier Ruiz.