“Nunca puedes juzgar a tus personajes”, actriz que interpreta a Yolanda Saldívar en 'Selena, la serie'

La reina del Tex-Mex, Selena Quintanilla, sigue sembrando éxitos por el legado musical y canciones que dejó, la segunda temporada de la serie de Netflix está en los 10 primeros lugares de la plataforma en México. 

Protagonizada por Christian Serratos, esta parte revelará la amistad con Yolanda Saldívar, personificada por Natasha Pérez, quien habló con M2 sobre la forma en que construyó a esta villana, odiada por los fans de la cantante, y que, como actriz, de alguna manera aprendió a querer y a entender.

“El trabajó más fuerte fue lograr contactar con mis profesores de actuación, canto, de improvisación para lograr captar los comportamiento de la Yolanda Saldívar real; ella hablaba muy bajito y hablar así, como niñita, durante ocho meses fue complicado. Me involucré con un poco de su personalidad, por qué actuaba de esa manera, entender por qué hablaba así cuando tenía 30 años”.

Interpretar un personaje te hace conocerlo más a fondo e involucrarte lo más hondo posible en su interior. “Entendí que todo fue parte de un trauma pasado, a veces las personas se quedan estancadas en ciertas edades, hablé con mi profesor de clowning, porque quería entender sus movimientos para que todo se viera fluido y no pareciera un dibujo animado o robot”, explica Natasha.

Por si esto fuera poco, la intérprete también contactó a una psicóloga a distancia, que le recomendó leer libros acerca del trauma. Debido a la pandemia pudo leer mucho, investigar y trabajarlo con ganas, “para mí fue un excelente reto y oportunidad de contar la historia más verídica dentro de lo posible”, destacó.

Transformación

Otro de los retos que encontró en el papel la actriz venezolana fue parecerse físicamente a Saldívar, que en la vida real fue presidenta del club de fans de Selena y se convirtió en sus asistente, pero actualmente cumple una sentencia de cadena perpetua en el penal de Texas por el asesinato de la cantante, que puede apelar en 2025, al cumplirse 30 años de dicho evento.

Pérez tuvo que subir de peso, pasar dos horas en maquillaje diariamente, utilizó peluca, le depilaron las cejas, le maquillaron los ojos para que parecieran más pequeños, incluso, le ensancharon la nariz.

“Además de todo ese proceso de caracterización, también involucré mis tres escuelas de actuación, en Venezuela aprendí el método Grotowski, cuando me mudé a Los Ángeles estudié improvisación y también la técnica Strasberg de Stanislavski, en la que exploras emociones, sensaciones y experiencias que tuvieron un impacto significativo, una exploración de afuera hacia dentro”, acentuó.

La idea de Natasha para querer a su personaje fue darle un pasado propio  y encontrar espacios personales para darle un sentido a su vida y acciones.

“Traté de acceder a esos rincones muy duros y vulnerables que todos tenemos, como actor nunca puedes juzgar a tus personajes; es como el que hace a Hitler, nadie lo quiere, y si te toca tienes que conectar con ese lado oscuro que sabes que hay en ti”, puntualizó. _

nerc