Para Jake Gyllenhaal, elegir un buen proyecto va más allá del personaje a interpretar, con más de tres décadas de trayectoria; el actor nominado al Oscar por dar vida a un vaquero gay en la cinta Brokeback Mountain busca algo más redituable a nivel profesional: compartir el set con “verdaderos gigantes” que lo lleven al siguiente nivel, tal como ocurre con Se presume inocente, la nueva serie de AppleTV+ que lideran David E. Kelley (Big Little Lies, The Undoing, Ally McBeal), así como J.J. Abrams, responsable de Star Wars.
“En esta serie sí hay un buen personaje en situaciones difíciles, lo cual siempre es interesante de interpretar; para mí era realmente importante tener una colaboración con talentos como David E. Kelley y J.J. Abrams, me interesaba aprender de personas que son gigantes en este negocio, que aporten en mi trabajo”, dijo Jake Gyllenhaal en entrevista con MILENIO, sobre la serie que protagoniza y produce.
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“Compartir con personas talentosas fue la razón de todo, y es maravilloso hacerlo con Peter (Sarsgaard) —quien no solo es su colega, con él comparte momentos más allá del set: es esposo de su hermana Maggie—, es hermoso trabajar con personas a las que respetas. cuando hay gente tan inteligente a mi alrededor, estoy aprendiendo constantemente y todo se vuelve mejor; es lo que busco en mi trabajo”, aseguró.
Vínculo familiar
Ambos actores coinciden en que compartir el set les permitió fortalecer su vínculo familiar, pues “venimos de una industria que se autoaniquila, y es muy agradable estar con alguien que tiene una fuerza de salud emocional, física y espiritual tan grande como Jake; eso es lo que hace a los grandes actores, la evolución constante de su persona”, dijo Peter Sarsgaard, sobre lo que aprendió de su cuñado durante el rodaje.
Jake interpeta a Rusty Sabich, un abogado de la oficina del fiscal de distrito que es acusado de la violación y muerte de su colega, con quien también mantuvo una relación extramatrimonial; de frente tiene al personaje de Peter, Tommy Molto, un abogado que lo acusa del crimen. Esta dinámica entre ambos personajes llevó a los actores a conectar en una forma distinta: “Le aprendí tanto que es difícil elegir”, dijo Jake.
“No estaba al tanto de sus procesos, no sabía ni siquiera cómo memoriza sus líneas, trata las cosas con madurez, particularmente al abordar una escena. Todos los fines de semana se iba desde Los Ángeles para pasarlo con sus hijas, la devoción a su vida tiene prioridad, pero cuando se concentra en su trabajo, es todo para él y es lo más importante; ver ese enfoque en su trabajo y a su vida fue maravilloso”, agregó Jake, sobre Peter.
Durante la charla, Peter explicó que Jake “tiene una tenacidad que realmente admiro, él simplemente se mantiene firme, tiene un nivel extraordinario de compromiso, incluso la forma en que vive su vida cuando trabaja, la forma en que se organiza cuidándose, mental y físicamente, es algo que realmente no se ve en otros actores”, mientras Jake interrumpió con una carcajada para decir: “ya tenemos que hablar un poco de mierda el uno del otro”.
Un juicio doble: legal y moral
La serie se basa en el libro de Scott Turow, y es una novela policíaca y un estudio sobre carácter moral; y es que, cuando la vida familiar del protagonista se desmorona, también lo hace su estatus profesional y sus rivales compiten por el poder político; esto da pie a un juicio doble, el que enfrenta en el tribunal y el que vive en su casa al tratar de redimirse con su familia.
“Recuerdo haber hablado con David (E. Kelley) desde los inicios del proyecto y decirle que la familia era lo que más me interesaba”, explicó Gyllenhaal. Eventualmente, la situación se torna compleja para el protagonista y la situación lo fractura: “Por muy brillantes que sean el guión y las actuaciones que vemos en la sala del tribunal, lo que pasa con la historia toma fuerza cuando ese mismo juicio llega a sala de audiencias de su casa”.
Su compañera, la detective Alana Rodríguez o Rigo (Nana Mensah), le brinda ayuda para probar su inocencia; “una de las cosas que me llevo es lo moralmente ambiguas que son las personas, no tienen una brújula clara que los guíe a través de decisiones difíciles; mucha gente se relaciona con las formas en que hacemos concesiones que incluso nos sorprenden a nosotros mismos para lograr un determinado fin”, reflexionó la actriz.
“Hay un naturalismo valiente y la narración sofisticada. En una de las primeras escenas mi personaje y el de Rusty entran en una prisión, pero yo nunca había entrado en una; hay cosas metódicas que tienes que hacer relacionadas con las armas y yo no estaba familiarizada; Anne Sewitsk, nuestra directora marcó el tono de todo el programa, y David E. Kelly, es una mente maestra, un narrador brillan”, agregó Nana.
DAG